En los últimos días, un rumor agitó a la industria automotriz internacional: Mercedes-Benz estaría evaluando incorporar a su gama un motor de cuatro cilindros proveniente de BMW. La noticia sorprendió por lo insólito de la posibilidad, ya que se trataba...
El motor 2.5 TFSI que utilizan el RS 3 o el recordado TT RS y que desde hace décadas es sinónimo de deportividad y altas prestaciones para la firma de Ingolstadt, tiene los días contados: el CEO de la marca reveló que será discontinuado luego de que la normativa Euro 7 entre en vigencia en el Viejo Continente.
Según medios de prensa europeos y norteamericanos, ambas compañías alemanas estarían negociando un posible acuerdo para compartir el motor B48 de BMW -el 2.0 TwinPower Turbo utilizado por el Serie 1, Serie 3 y MINI-, lo que representaría un importante ahorro de costos para Mercedes y un mayor volumen de producción para la firma de Munich.
El consorcio alemán fue uno de los que decidió replantear su estrategia de electrificación y volverá a apostar por los propulsores tradicionales. Para ello, planea desarrollar una nueva generación de motores y arquitectura electrónica, concentrando funciones en una única computadora a fin de reducir costos y lograr una mayor eficiencia.
La firma nipona avanza en el desarrollo de su nueva familia de motores 1.5 y 2.0 de 4 cilindros, creada en alianza con Subaru y Mazda. Tal es así, que se planteó el desafío de superar los 600 CV en algunas de las configuraciones destinadas a deportivos o versiones de competición. Su debut se concretaría en 2027.
Como parte del replanteo de su estrategia, volviendo a apostar por los híbridos y los motores de combustión, la firma estadounidense confirmó la inversión más importante de su historia en el desarrollo de propulsores. Será para la nueva generación de motores V8 para su gama de pick ups y SUV’s que debutará en 2027.
La marca surcoreana presentó un anticipo de la nueva generación del motor 2.5 T-GDI, con importantes mejoras para hacerlo aún más potente y eficiente, a la vez que también será clave para futuras versiones híbridas e incluso eléctricos con extensor de autonomía (EREV).
Tras una inversión de U$S 80 millones para la renovación completa de la histórica planta de motores que desde el año pasado fabrica el Lion 3.0 V6, ahora se suma el Panther 2.0 en su variante de 170 CV y 405 Nm de torque. Entre ambos, representan el 80% de las versiones y ventas de la pick up, mientras que el 2.0 biturbo de 210 CV seguirá siendo importado de India.
La división Ford Performance presentó en Estados Unidos dos motores V8 equipados con compresor que pueden desarrollar hasta o más de 1.000 CV y fueron pensados para proyectos y entusiastas particulares o preparadores.
Durante el Salón de Tokio, directivos de la firma nipona revelaron algunos detalles más de este nuevo propulsor que pronto será estrenado por algún producto de la división Gazoo Racing y también por modelos de la gama convencional, con un rango de potencia de 296 a 600 CV, con y sin electrificación.
La compañía surgida de la alianza entre el Grupo Renault y Geely, ya comenzó a fabricar este propulsor en la planta española de Valladolid. Se asocia a un motor eléctrico con el que entrega en conjunto 155 CV y promete un 6% más de eficiencia que el sistema híbrido que utilizaba anteriormente la marca francesa.
Así lo asegura la web japonesa Karuma News, que anticipa que este propulsor forma parte de la alianza con Subaru y Mazda y tendrá versiones de 300 hasta 600 CV y será apto para todo tipo de combustibles, sistemas híbridos y hasta hidrógeno líquido. Sería incorporado en la próxima generación de la pick up.
La compañía surgida de la alianza entre Renault y Geely planea fabricar las tapas de cilindros de los motores 1.3 TCe y 1.0 TCe que se sumarán a los blocks ya producidos en la planta de Sao José dos Pinhais. De esta manera, ambos propulsores serán de manufactura íntegramente regional.
Tras una inversión de U$S 80 millones para renovar por completo la planta de motores –y que se suma a los U$S 580 millones destinados a la fabricación de la pick up-, la marca del óvalo ya produce los propulsores Lion V6 de 250 CV y Panther 2.0 de 170 CV. La factoría cuenta con tecnología de última generación y altos niveles de automatización y conectividad, pudiendo fabricar hasta 82.000 unidades al año.
Las tres marcas japonesas formaron una alianza en la que cada una desarrollará los motores por su cuenta y manteniendo sus tradiciones –como la configuración bóxer o Wankel-, pero podrán compartirlos entre sí, al igual que su tecnología y conocimientos. Serán utilizados en los futuros vehículos híbridos de cada compañía.
Tras el anuncio de una inversión de R$ 32.000 millones en el complejo industrial de Betim –R$ 454 millones destinados sólo a la planta de motores-, la compañía reestructurará parte de sus operaciones, basando su oferta de propulsores en la gama GSE producida en dicha planta, más los GME importados, dejando de lado el antiguo 1.6 VTi que será discontinuado.
Según la web brasileña Autos Segredos, el utilitario incorporará una evolución del motor Firefly 1.3 adaptada a las nuevas normativas de emisiones Proconve PL8 que regirán en el país vecino, dejando de lado el viejo propulsor Fire 1.4. Además, como parte de este cambio y de la línea MY2025, sumará dirección con asistencia eléctrica.
La marca anunció que finalizó la producción de motores de combustión en la planta de Munich, que se especializará en la fabricación de sistemas de propulsión eléctricos. El último V8 salió de la línea de montaje el 10 de noviembre. Los motores térmicos seguirán fabricándose en las plantas de Hams Hall (Inglaterra) y Magna Steyr (Austria).
El mítico V8 parece tener los días contados una vez que finalice la producción de los actuales Dodge Charger y Challenger. En su lugar, Stellantis incorporará una variante aún más potente del motor Hurricane de 6 cilindros en línea, que llegará a unos 520 CV –e incluso más-. El que sí se mantendrá en producción será el Pentastar V6, que continuará recibiendo actualizaciones e incluso sistemas de electrificación.
La marca francesa anunció la primera motorización para el mercado asiático, el PureTech 1.2 de 110 CV asociado a una caja manual de 6 marchas a la que luego se le sumará una opción automática. En nuestra región, la compañía aprovecharía los motores producidos localmente por Stellantis, como el nuevo Firefly 1.0 turbo de 130 CV y 200 Nm de par. Su lanzamiento está previsto para fin de año.
