El segmento de buses urbanos es dominado en nuestro país desde hace décadas por Mercedes-Benz, un liderazgo que comenzó con los míticos y recordados LO-911 y LO-1114 y que se mantiene hasta el día de hoy. Sin embargo, otras marcas amenazan con terminar su hegemonía, como Agrale y más recientemente Scania, a las que ahora se suma la otra marca sueca: Volvo, con su nuevo chasis B250R LE.
A decir verdad, este chasis ya se viene comercializando exitosamente en otros mercados de la región como Colombia, Chile o Brasil y fue elegido para su desembarco en Argentina al ser el que mejor se adapta a los requerimientos de las empresas de transporte locales. Por supuesto, como nuevo jugador, debe contar con características y atributos diferenciales para atraer clientes y este producto realmente los tiene, además de la ya reconocida experiencia de la firma escandinava en seguridad, tecnología y eficiencia.
Disponible en versiones B250R LE y B330R con opciones de piso bajo o normal, para aplicaciones urbanas e interurbanas, es un chasis con motor trasero. En este caso, está equipado con un propulsor Volvo D8C de seis cilindros en línea y 7.7 litros (con tecnología common rail e inyección de úrea), que eroga 250 HP y 950 Nm de torque. En cuanto a la transmisión, la marca ofrece dos opciones, la caja automática Voith de 4 velocidades y la ZF Ecolife de 6 marchas, ambas con convertidor de par y retarder incorporado.
Posee suspensión neumática con control electrónico –ajusta automáticamente la altura de acuerdo a la carga-, ejes provenientes de los chasis de media y larga distancia que ofrecen una mayor capacidad y robustez junto con frenos a disco en las cuatro ruedas, un factor claramente diferencial. Como todo producto de Volvo, también se destaca por su equipamiento de seguridad: dispone de frenos con sistema ABS/EBS, control de tracción, control de estabilidad, asistente al arranque en pendientes, sensor de desgaste de pastillas y freno de puerta abierta.
Adicionalmente, de serie cuenta con el sistema i-Coaching, que monitorea y brinda indicaciones al conductor para lograr un manejo más eficiente. Como opcional, se ofrece el sistema de gestión de flota (incluido de manera gratuita para los primeros clientes) y el de zonas seguras, con el que es posible marcar diferentes puntos del recorrido (escuelas, hospitales, etc.) para que la unidad, al llegar a ese lugar no sobrepase el límite de velocidad preestablecido. El vehículo ya cuenta de serie con el hardware para estas funciones, por lo que sólo hay que activarlas en un concesionario.
Otra particularidad que representa una gran ventaja son sus intervalos de mantenimiento: en lugar de estar programados cada 20.000 kilómetros, Volvo destaca que se realizan cada 40.000 kilómetros (cambio de aceite y filtros), además de contar con rodamientos sellados, por lo que no requieren mantenimiento.
Los primeros chasis entregados fueron carrozados por Marcopolo en la planta de Metalsur en Santa Fe. El modelo Torino Low Entry cuenta con capacidad para 27 pasajeros sentados más el conductor y dos sillas de ruedas. Posee aire acondicionado, tres puertas para ascenso y descenso y rampa para personas con movilidad reducida.
La presentación se llevó a cabo en el concesionario oficial Sueca S.A. con la empresa Nuevos Rumbos –prestataria de la línea 132 de la Ciudad de Buenos Aires- como cliente de lanzamiento. La compañía adquirió 5 unidades y tiene previsto incorporar más en los próximos meses. También la empresa Talp S.A., uno de los principales clientes de Volvo en media distancia, ya mostró interés en incorporar este nuevo chasis.
Novedad sería que lleguen buces eléctricos que aprovechen el enorme techo con paneles solares