Desde hace ya unos años era uno de los proyectos que más expectativas generaban: RAM iba a tener una pick up mediana, ubicada obviamente por debajo de la 1500, que le iba a permitir competir con la Toyota Hilux, Ford Ranger o Chevrolet S-10, así como sus pares norteamericanas, la Tacoma o la Colorado. Era el regreso a la categoría luego de la buena imagen que había dejado en su momento la Dodge Dakota e inclusive se rumoreaba que iba a mantener esta denominación. Sin embargo, tras la creación de Stellantis, parece que los planes han cambiado y la pick up finalmente no vería la luz.
Así lo señalan desde la web estadounidense GM Authority, que asegura haber accedido a información de fuentes cercanas a la ex FCA, quienes habrían confirmado la cancelación del proyecto. El motivo no está del todo claro, pero podría ser por una cuestión de costos y estrategia de marcas: estaba previsto que la futura “RAM Dakota” comparta la misma plataforma (chasis) y mecánicas del Jeep Gladiator, algo que a priori podía parecer una ventaja, pero que luego de un análisis más profundo resultó que no, ya que la pick up de RAM tendría que tener un precio más accesible y una orientación más cercana al de un vehículo de trabajo, y la plataforma de Jeep es más costosa de producir, por lo que no lograría ese precio competitivo que buscaban desde la compañía.
La otra hipótesis también tiene lógica: la Gladiator está logrando muy buenos niveles de ventas, es la cuarta más vendida en su categoría y junto con la Ford Ranger son las únicas que lograron un destacable crecimiento respecto al año anterior, incluso bajo el contexto de la pandemia, por lo que desarrollar otra camioneta con varias características en común representaría un costo innecesario y hasta podría jugarle en contra al producto de la firma de las siete barras.
Si bien no hubo confirmación oficial por parte de Stellantis, da la casualidad que la compañía dejó de hablar de este proyecto en los últimos meses y ni siquiera se ven unidades de prueba, un detalle que a esta altura ya tendría que ser bastante habitual dado que su presentación estaba prevista para 2022.
De esta manera, la noticia echa por tierra las esperanzas de México y Brasil de fabricar la pick up. Vale recordar que hasta principios del año pasado desde ambos países se postulaban y disputaban la producción de la nueva Dakota para abastecer a los mercados de la región, lo que representaría otra cancelación para la golpeada industria automotriz del país vecino, que recientemente debió soportar el cierre de las plantas de Ford y cambios en la estrategia del Grupo Renault congelando la llegada de la próxima generación del Sandero/Logan. Como contracara, Fiat y Jeep mantendrán sus inversiones para nuevos productos.
Una pena, se venía un proyecto único.