
Los planes de Renault avanzan no sólo en nuestro país, sino a nivel regional. Más allá de la confirmación del Proyecto Niagara para la planta cordobesa de Santa Isabel, el año pasado la marca francesa también anunció una inversión de U$S 100 millones para trasladar la producción del Kwid de Brasil al complejo industrial colombiano de Envigado y recientemente se conoció que la filial de aquel país abrió una convocatoria para sumar 200 nuevos operarios.
La planta, controlada por el Grupo Renault-Sofasa de gran trayectoria en Colombia -opera desde 1969- está ultimando los detalles para iniciar la fabricación del citycar, prevista para mediados/fines de este mismo año. La mencionada inversión permitirá introducir la más moderna plataforma CMF-A, sobre la que está desarrollada el Kwid e incluso impulsar el desarrollo de proveedores locales, con el objetivo de lograr una integración del 40% de componentes producidos en el país cafetero. Vale recordar que actualmente allí se fabrican varios modelos que utilizan la arquitectura B0, como el Sandero, Logan, Stepway y Duster. Considerando además que el citycar es uno de los productos más vendidos de la firma del rombo en aquel país, la jugada suena lógica, ya que por un lado apunta a impulsar la producción del nuevo Kardian en Brasil y por otro, trasladar la fabricación del pequeño hatch donde mayor demanda tiene.
Por otra parte, este cambio a la vez también permitirá ampliar los destinos de exportación del Kwid, ya que el directivo de Sofasa aseguró que planean exportar más del 50% de la producción a México, Ecuador y otros 13 países de América Latina.
Presentado a fines del año pasado en Argentina luego de un impasse de algunos años, el citycar adoptó un frente completamente rediseñado, similar al Kwid E-Tech, que se caracteriza por estar dividido en dos niveles, uno superior con luces Led de iluminación diurna –más finas- que se unen a la parrilla, y otro inferior, con los faros principales –de mayor tamaño-. De perfil, mantiene su impronta tipo crossover, con protecciones de plástico negro en los pasarruedas, zócalos y despeje elevado, además de sus características ruedas con tres bulones de fijación y el agregado de la pintura bitono –con el techo siempre en negro-. En la parte trasera, solo se modificó el diseño interno de los faros.
Puertas adentro, la novedad más importante del restyling es la incorporación del instrumental 100% digital. La única versión disponible en Argentina cuenta con sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas, compatible con Android Auto y Apple CarPlay, aire acondicionado, levantavidrios y espejos eléctricos, dirección asistida, cierre centralizado, indicador de cambio de marcha, cámara de retroceso y apertura interna del baúl, entre otros ítems.
Mención aparte para las mejoras en seguridad, con la incorporación obligatoria del control de tracción y estabilidad, asistente al arranque en pendiente, alerta de presión de los neumáticos y 4 airbags (frontales + laterales delanteros).
Mecánicamente, mantiene el motor naftero 1.0 SCe de tres cilindros, que entrega 66 CV a 5.000 rpm y 93 Nm de par a 4.250 rpm, acoplado a una caja manual de 5 velocidades. La marca destaca su rendimiento, de 15,4 km/litro en uso mixto, según datos de fábrica.
Cabe aclarar que el traspaso de su producción a Colombia contempla sólo a las versiones con motor de combustión, mientras que la E-Tech 100% eléctrica continuará siendo importada desde China.
Autos que por su baja calidad sólo existen en el tercer mundo…todos esos autos Renault como el Logan y la Duster en Europa se producen las nuevas versiones…nada que ver con esos modelos obsoletos de la planta de Envigado..