Volvo acelera en su transición hacia la electrificación total en la que busca abarcar todos los segmentos. Es por eso que de la nave insignia EX90 pasó al nuevo EX30, un B-SUV que se convertirá en la puerta de entrada a su gama 100% eléctrica y que sorprende no solo por su estilo y tecnología, sino por su rendimiento que lo ubican en la cima de su categoría.
Comenzando por su diseño, hay que decir que su estilo ya venía siendo anticipado desde hace varios meses tanto por los teasers oficiales como por filtraciones. Inspirado en su hermano mayor, en el sector frontal se destacan los faros con el característico Martillo de Thor, la tradicional firma luminosa que identifica a los productos de la marca ahora con un entramado cuadriculado, así como la ausencia de parrilla al tratarse de un EV. Su figura tiene cierto aire al XC40 pero más estilizada, con una línea de cintura ascendente hacia el pilar C, las manijas de las puertas casi al ras de la carrocería y protecciones que se extienden desde el sector inferior del paragolpes hasta los bajos de la carrocería. Más adelante se sumará una variante Cross Country, con estética más aventurera, una suerte de protección de color negro en el frente, mayor despeje, llantas de aleación de 18 o 19 pulgadas y la posibilidad de incorporar neumáticos de uso mixto. El remate posterior combina el estilo de otros SUV’s de Volvo con detalles propios, con faros en forma de C más dos luces adicionales a ambos lados de la luneta.
Puertas adentro, tal como lo mostraba el último teaser publicado por la compañía, sobresale su diseño minimalista, típicamente escandinavo. Con una simplicidad combinada con elegancia, el tablero cuenta con superficies limpias y formas tridimensionales, pero sin ningún elemento superfluo, sólo lo elemental, como las salidas de aire y sobre todo, la enorme pantalla de 12,3” ubicada en posición vertical que será la verdadera protagonista de la plancha frontal y desde donde se operarán todas las funciones del vehículo, desde la climatización o el sistema multimedia, hasta la información sobre el funcionamiento de su mecánica, las baterías o la autonomía restante. Detrás de la columna de dirección, donde habitualmente se encuentra el instrumental, sólo habrá un pequeño display con funciones básicas.
Por supuesto cuenta con un impresionante despliegue de sistemas y soluciones para brindar la máxima protección a sus ocupantes, como una jaula de seguridad en su estructura, con importantes refuerzos en los tres pilares, desde el A donde va montado el parabrisas hasta el C y donde se aloja la luneta trasera, incluyendo por supuesto los pilares centrales y el panel del techo. Además, el chasis estará fabricado con acero de alta resistencia junto con la sección de la plataforma donde se ubica la batería. También dispone de un alerta de apertura de puertas que, mediante señales visuales y auditivas, el sistema avisará de la presencia de un ciclista o peatón distraído. Eso no es todo, también posee un airbag lateral ubicado en el asiento del conductor para reducir los golpes en cabeza y tórax en caso de un impacto lateral, así como el sistema de frenado autónomo de emergencia en intersecciones y un sistema de detección de fatiga y de atención al conductor mucho más avanzado. Este último consta de un sensor ubicado detrás del volante que se encarga de detectar los movimientos de los ojos y la cara hasta 13 veces por segundo, interpretando si el conductor está distraído o cansado.
Desarrollado sobre la plataforma modular SEA, creada junto con Geely y que también la utiliza smart, el EX30 mide 4.233 mm de largo, 1.836 mm de ancho, 1.549 mm de alto y posee una distancia entre ejes de 2.032 mm. Mecánicamente, se ofrecerá en esta primera etapa tres alternativas: una versión con motor trasero de 272 CV y 373 Nm de par alimentado por baterías LPF (fosfato de hierro y litio) de 51 kWh con una autonomía de 344 kilómetros; otra variante con el mismo motor, potencia y torque pero con baterías NCM (litio, níquel y manganeso) de 69 kWh de capacidad que incrementa la autonomía a 480 kilómetros; por último, la tope de gama agrega un motor adicional en el eje delantero, con un total de 428 CV y 543 Nm de par, alimentado por baterías NMC de 69 kWh y una autonomía de 460 kilómetros. Esta última puede acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,6 segundos, mientras que la velocidad máxima en todos los casos está limitada a 180 km/h.
Volvo ya admite reservas del B-SUV eléctrico en Europa con un precio de 36.770 euros. El año que viene se incorporará la versión Cross Country. Por el momento, no hay novedades sobre su llegada a nuestro país.
creo que va ser un referente del ecologismo que buscan las industrias. con mucha simplicidad resuelve los procesos de fabricación y ensembles así como la reutilizacion de materiales. bien por volvo