Toyota es líder en electrificación: si bien su avance es más lento en los eléctricos, la firma nipona es la principal referente a nivel global en híbridos, tecnología que domina y logró masificar en todo el mundo. Pero el progreso que están logrando las automotrices chinas, sobre todo BYD ya preocupa a los directivos de la compañía y es por eso que realizaron un importante anuncio que les permitirá estar más preparados: construirá su propia planta de producción de baterías.
La nueva factoría estará ubicada en la denominada Isla de Silicio –famosa por sus fábricas de vehículos y semiconductores- en Kyushu, al sur de Japón. Tal como señalamos en otros artículos, poder contar con producción propia de baterías le garantiza a la compañía una mayor disponibilidad, poder adaptar el volumen de fabricación de acuerdo a la demanda, abaratar costos e incluso poder abastecer a otras empresas.
Según señalan medios de prensa asiáticos, el trasfondo también es poder competir de manera más contundente ante el avance chino, especialmente contra BYD, que no para de crecer en la mayoría de los mercados donde desembarcó. Según datos de la Asociación de Importadores de Automóviles de Japón (JAIA), las importaciones chinas representaron casi el 10% de los vehículos ingresados al país. Aunque no es un porcentaje muy alto, lo que sí sorprende es el crecimiento de BYD: un impresionante 184% frente a los registros del año pasado.
Para poder estar preparados ante sus rivales del Gigante Asiático, la nueva planta abastecerá a los híbridos y eléctricos tanto de Toyota como de Lexus y estará controlada por la división Primearth EV Energy, a la vez que podrá fortalecer las exportaciones de la compañía principalmente a Asia pero también a otros países extrazona.
La construcción de este nuevo complejo industrial forma parte de la inversión de nada menos que U$S 32.000 millones que la compañía destinará a impulsar su gama de vehículos eléctricos hacia 2030, incluyendo nuevos productos, software, componentes y baterías.