Es el producto más revolucionario de BMW, un SUV que anticipa muchas de las características que tendrán los vehículos de la marca en un futuro cercano y, sobre todo, representa su apuesta por la electrificación total. El iX ya comenzó a ser producido en el complejo industrial de Dingolfing, donde también se fabrica todo su tren de potencia y otros modelos más tradicionales de la firma de Munich como el Serie 5, Serie 7 y Serie 8.
Todo está saliendo según lo estipulado por la compañía, a pesar de la crisis de componentes que golpea al sector: las primeras unidades serán entregadas hacia fines de octubre y principios de noviembre, por lo que luego de iniciar la producción del tren de transmisión e-Drive, se sumó la carrocería y ensamblado final del SUV eléctrico.
El Centro de Competencia para la Producción de e-Drive en Dingolfing comenzó a fabricar baterías estándar de alto voltaje y módulos de batería desde 2013, cuando entró en producción el primer vehículo totalmente eléctrico de BMW Group, el BMW i3. Las primeras líneas de producción de motores eléctricos y baterías de alto voltaje para híbridos enchufables entraron en funcionamiento allí en 2014. Asimismo, la planta también ha estado produciendo baterías de alto voltaje para el MINI Cooper SE (100% eléctrico) desde 2019 y un año después para el e-drive de quinta generación del nuevo iX3.
En el caso del iX, se posicionará entre el X5 y el X7, pero diferenciándose notablemente por su diseño y tecnología. Es la versión definitiva del concept iNEXT Vision que BMW venía mostrando como anticipo el proceso de desarrollo y algunas de sus características. Estéticamente, los enormes riñones dobles son los protagonistas del sector frontal, con un carenado en forma de rombos y un marco de color negro. A los costados se destacan los faros de Led finos y alargados que mantienen parte del aspecto tradicional de un BMW con faros dobles, pero con una firma luminosa con trazos mucho más rectos. Tal como señalamos anteriormente, la iluminación es a través de faros full Led, pero también puede equipar la tecnología BMW Laser Light. El paragolpes cuenta con trazos rectos bien marcados y carece de entradas de aire, todo fue pensado con una función aerodinámica. El detalle de color lo aportan los apliques en celeste, que identifican a los vehículos cero emisiones de la compañía.
De perfil el iX muestra superficies limpias y una línea de cintura bastante baja que va ascendiendo de manera más marcada hacia el sector posterior y se une con la luneta mediante un aplique en color negro. Su apariencia es distinta a la de cualquier otro modelo de la marca, aunque mantiene cierta tradición, como el arco Hofmeister reinterpretado. A diferencia de otros SUV’s de la firma alemana, los pasarruedas no son tan abultados y toda la parte inferior de la carrocería posee una protección en plástico negro que se extiende hasta el paragolpes trasero, con detalles en celeste.
Por último, la parte trasera también sobresale por su diseño limpio, sólo interrumpido por algunos trazos bien marcados que buscan transmitir dinamismo. Los faros, al igual que los delanteros, son finos y alargados, de formato rectangular.
Puertas adentro, si muchos se quejaban del habitual continuismo y sobriedad de BMW, el iX es completamente diferente. Aquí también transmite esa sensación de prototipo, de vehículo futurista, con un tablero de diseño minimalista en el que se destacan las dos enormes pantallas integradas entre sí que cumplen la función del instrumental y del sistema multimedia. Por debajo, las salidas de aire y nada más: no hay botones o comandos físicos, salvo la ruleta del iDrive y la pequeña selectora de marchas. El volante es hexagonal, de dos rayos, un formato que es utilizado por primera vez en un vehículo de la marca. Los revestimientos combinan cuero con una suerte de paño de alta calidad y son bitono, otorgándole mayor luminosidad al habitáculo.
Mecánicamente, el iX estrena la nueva plataforma para vehículos eléctricos CLAR We de BMW y está compuesta por dos motores eléctricos que entregan una potencia combinada de 500 CV (370 kW), alimentados por una batería de iones de litio de 100 kWh de capacidad, que le otorgará una excelente autonomía: 600 kilómetros según el ciclo WLTP. De acuerdo a la marca, el consumo estará por debajo de los 21 kWh/100km y podrá acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos. Mención aparte para la recarga de las baterías, con un sistema de carga rápida de hasta 200 kW, que permitirá reabastecerse hasta en un 80% en 40 minutos o conseguir una autonomía de 120 kilómetros en apenas 10 minutos.