La espera terminó. Luego de varias imágenes camufladas, teasers y videos, llegó el día de la presentación oficial del T-Roc, el nuevo SUV de Volkswagen, nacido sobre la plataforma MQB del Golf y que quiere marcar una diferencia notable con el resto de la gama de la marca.
Al igual que el Arteon, el T-Roc apuesta por un diseño más jugado y deportivo, alejándose bastante del habitual conservadurismo. Para ello, mantuvo varias de las características estécticas del concept que lo anticipó. El sector frontal está dominado por los faros de Led que se integran a la parrilla hexagonal con el marco cromado. Por debajo, el paragolpes cuenta con una gran toma de aire y otras dos aberturas que simulan serlo, aunque en realidad se trata de un elemento decorativo que posee en sus bordes a las luces de circulación diurnas, también de Led. Un detalle que vuelve a recordar al prototipo.
De perfil se destacan los abultados pasarruedas, junto con trazos bien marcados y líneas musculosas, que le dan al T-Roc una postura muy sport. La línea de cintura es alta y, como señalamos en la nota anterior, tiene un aire al Audi Q2. La característica más distintiva en este sector es la combinación bicolor de la pintura -con el techo contrastando con la carrocería-, separada por un aplique cromado que se extiende desde la puerta delantera hasta el pilar C, llegando casi a la luneta. También cuenta con un amplio techo panorámico, de 1.364 mm de largo por 870 mm de ancho. La parte trasera completa esa imagen deportiva, con un paragolpes de diseño agresivo, doble salida de escape, luces Led y un spoiler sobre el portón.
El T-Roc se posicionará por debajo del Tiguan (especialmente de su variante AllSpace o para 7 pasajeros), con dimensiones más reducidas, bastante similares a las del hatchback del que deriva: 4.234 mm de largo, 1.819 mm de ancho, 1.573 mm de alto y 2.603 mm de distancia entre ejes. Asimismo, el baúl ofrece una capacidad de 445 litros, expandibles a 1.290 con los asientos traseros rebatidos.
Puertas adentro su aspecto es algo más sobrio, aunque el toque más atrevido lo dan las inserciones en puertas y consola central del color de la carrocería. Como los últimos modelos de la firma alemana, contará con el Active Info Display (instrumental digital) y el sistema multimedia Discovery Pro con pantalla de 8″, compatible con Android Auto y Apple Car Play.
Entre los principales ítems de equipamiento, dispondrá de varios asistentes a la conducción, como frenada de emergencia en ciudad (con detector de peatones), control de crucero adaptativo, detector de señales, alerta de cambio de carril, sensor de ángulo muerto, alerta de fatiga y Park Assist.
En Europa ofrecerá una amplio abanico de motorizaciones, tanto nafteras (1.0 TSI de 115 Cv, 1.5 TSI de 150 CV y 2.0 TSI de 190 CV) como diésel (1.6 TDI de 115 CV, 2.0 TDI de 150 CV y 2.0 TDI de 190 CV), acoplados a transmisiones manuales (de 5 y 6 marchas) o automáticas DSG, con tracción delantera o integral 4Motion. No se descartan para más adelante opciones híbridas o eléctricas.
Obviamente, será una de las estrellas del stand de Volkswagen en el Salón de Frankfurt, iniciando su comercialización en el Viejo Continente hacia fin de año. Su llegada a nuestro país no fue confirmada, incluso podría estar en duda teniendo en cuenta el proyecto TSUV compactoaru (ver nota), que prevé el desarrollo de un SUV de posicionamiento similar.
muy lindo pero el interior es mas de lo mismo agregando esa fea combinacion color carrocería, y ese volante ya cansa.. de verdad cansa.. en arg no creo que llegue este producto, seguro van a traer el modelo para segmento B