Toda la industria automotriz se encamina hacia la electrificación, desde los vehículos de pasajeros hasta los camiones, buses y maquinaria pesada. En ese sentido, Volvo ya anunció su objetivo de comercializar sólo vehículos eléctricos hacia 2040. Para cumplir con esta meta, además de ampliar su portfolio, hay que adaptar todo lo que implica la vida útil del producto, desde su desarrollo y producción, hasta la infraestructura de carga y la reutilización de las baterías, para lograr la mayor sustentabilidad posible. Es por ello que la marca sueca creó su nueva división Volvo Energy, encargada de todo este proceso.
Actualmente, la compañía ya dispone de todo tipo de vehículos eléctricos, como camiones para distribución urbana, buses o retroexcavadoras, e inclusive hacia fin de año sumará las versiones 100% eléctricas de su gama FH, FM y FMX. Estas unidades, además del mantenimiento correspondiente, tendrán que reemplazar sus baterías luego de varios años de servicio. Si bien en los camiones se les instalarán nuevas, a las usadas les queda por lo general una vida útil considerable -una segunda vida-, lo que las hace ideales para el almacenamiento de energía en, por ejemplo, edificios o en la producción de energía verde. Es ahí donde actuará Volvo Energy, que se encargará de ofrecer baterías y soluciones de carga a las otras áreas de negocio de la compañía y, externamente, comercializará baterías usadas, remanufacturadas y restauradas a los clientes para su uso en diferentes aplicaciones, como baterías para el uso hogareño.
Al respecto, Martin Lundstedt, Presidente y CEO de la firma escandinava, afirmó: «Hay un gran y creciente interés por los vehículos y maquinarias eléctricos entre nuestros clientes. Esto es, por supuesto, muy positivo, ya que acelera la transición hacia soluciones de transporte más sostenibles. Nuestra ambición es ofrecer a nuestros clientes las soluciones más competitivas en materia de electrificación, incluidas las baterías y la infraestructura de carga. Con Volvo Energy, estamos adoptando una visión holística de todo el ciclo de vida, lo que beneficia tanto a los negocios de nuestros clientes como a la sociedad en su conjunto».
Por otra parte, la flamante división también se encargará de las soluciones de infraestructura de hidrógeno del Grupo Volvo para los vehículos eléctricos con celdas de combustible que la marca planea lanzar hacia mediados de esta década y que ofrecerán una mayor autonomía que los que utilizan baterías de iones de litio. “Con Volvo Energy, estamos aumentando nuestro enfoque en esta importante área. También estamos dando una segunda vida a las baterías de los vehículos, lo que supone tanto una oportunidad de negocio como una forma de contribuir a la creación de una economía circular y una sociedad libre de fósiles”, destacó Lundstedt.
La división estará a cargo de Joachim Rosenberg, miembro del Consejo Ejecutivo del Grupo Volvo y Presidente de UD Trucks, dirigirá la nueva área de negocio, que también se encargará de preparar el traspaso de UD Trucks a Isuzu Motors como parte del acuerdo entre ambas compañías.