El complejo de Betim es más que una planta, de hecho, la propia Stellantis lo denomina Polo Automotriz y es que no sólo se encarga de la producción de varios modelos de Fiat, sino también del desarrollo, pruebas, ingeniería y seguridad para todo el grupo y todas las marcas que lo integran, por lo que es el más importante de su tipo para la compañía en toda la región y acaba de cumplir nada menos que 48 años, atravesando su mayor proceso de transformación.
Inaugurado el 9 de julio de 1976, a lo largo de sus casi cinco décadas de historia se han producido más de 17,5 millones de vehículos, de los cuales más de 4 millones se han exportado a 37 países. Además de su impresionante capacidad productiva, el Complejo de Betim también contribuyó a dinamizar la economía del estado brasileño de Minas Gerais, consolidando su industrialización. Hoy, Minas Gerais reúne a más de 120 proveedores de la región circundante y emplea a 16.000 personas, más de la mitad de la fuerza laboral de la empresa en América del Sur.
Tal como señalamos anteriormente, el Polo Automotriz se está preparando para la expansión de la nueva línea de motores, que producirá los motores para futuros lanzamientos de Stellantis en la región, incluidos productos equipados con tecnología Bio-Hybrid. Se espera que los primeros modelos con esta tecnología lleguen al mercado a finales de este año. La nueva línea de motores amplía la capacidad de producción de Betim a 1,1 millón de motores por año, tras una inversión de R$ 454 millones más un nuevo ciclo en el que se aportarán otros R$ 14.000 millones entre 2025-2030.
Actualmente, en la planta se producen seis modelos de Fiat que se destacan en el mercado como la Strada, Argo, Mobi, Pulse, Fastback, y la Fiorino, también comercializada como Peugeot Partner Rapid en el país vecino. A su vez, es también el centro de producción de sistemas de propulsión más grande de América Latina. Al día de hoy se fabrican motores Fire, Firefly, además de las familias GSE Turbo. Toda esta estructura forma parte de un complejo industrial que ocupa una superficie de 2,2 millones de metros cuadrados, con más de 900 mil metros cuadrados de área construida.
El predio es sede de varias áreas estratégicas de Stellantis, entre las que se encuentra el Tech Center, que reúne más de 60 laboratorios y es parte fundamental en el proceso de creación de un vehículo. El Centro Tecnológico está compuesto por el Centro de Seguridad, el Centro Virtual y el Centro de Desarrollo. El Safety Center es hoy el centro de pruebas de choque más moderno de Stellantis y se realizan allí pruebas de impacto frontal, trasero y lateral contra barreras rígidas y deformables, con estándares internacionales. Por su parte, en el Centro de Desarrollo trabajan 450 personas entre técnicos, ingenieros y diseñadores, con una completa infraestructura de apoyo. En este ámbito todas las ideas, diseños y conceptos técnicos encuentran su viabilidad económica y productiva. El Centro Virtual y sus laboratorios realizan validaciones virtuales del proyecto a medida que avanza, para que la evolución sea consistente. La fabricación desarrolla el utillaje y prepara la industrialización y futura producción del nuevo vehículo.
Al respecto, Emanuele Cappellano, presidente de Stellantis para América del Sur, afirmó: “El Betim Automotive Hub continúa atrayendo nuevas industrias a su entorno, reforzando la cadena de valor, fortaleciendo el desarrollo económico regional y generando un impacto social positivo en ingresos, educación, salud y seguridad. Con esta nueva inversión de R$ 14 mil millones, continuaremos el increíble legado de esta fábrica, direccionando el valor para renovar nuestra línea de productos, desarrollar nuevas tecnologías y generar nuevos empleos”.