
Desde Cafayate – Volkswagen Argentina eligió despedir el año con su clásico SUVW Driving Experience, esta vez a la Provincia de Salta. Apenas llegamos al Aeropuerto donde nos esperaban a una veintena de periodistas los modelos Nivus, T-Cross y Taos.
En mi caso compartí un Taos Comfortline junto a Pablo Olivieri periodista de CESVI. El Volkswagen Taos se comercializa en Argentina en tres niveles de equipamiento: Hero, Highline y Comfortline.
Podríamos decir que el Taos Comfortline es la versión «más económica» de la familia por llamarla de alguna manera. Como sabemos el Taos se produce en la Planta de Pacheco habiendo la marca invertido unos 650 millones de dólares para su producción; exportándose a países como Brasil, Colombia, Perú, Paraguay, Uruguay y Caribe.
Para el ingreso al Taos Comfortline y el encendido del motor no se precisa la utilización de la llave, solo con la presencia de la misma. Apenas abrimos la puerta vemos que las butacas delanteras como el asiento trasero no se encuentran forrados en cuero sino tapizados en tela Canvas, un tipo de lienzo de algodón y lino que brinda dureza, resistencia e impermeabilidad.
Sobre las plazas traseras, nos habían dejado un buen número de pertrechos alimenticios para realizar una parada en el camino, comer unos sandwiches con una gaseosa y tomar unos mates. Partimos hacia Cafayate, situada a 185 kilómetros por la ruta 68, para luego tomar la mítica ruta 40 por un par de kilómetros para llegar a nuestra parada final: el Hotel Boutique Grace Cafayate.
La ruta 68 es una de esas rutas que todo viajero quiere realizar por los increíble paisajes que se pueden apreciar atravesando la Quebrada de las Conchas, con paisajes en tonos rojizo-ocre que se debe al óxido férrico. Se han descubierto conchas y valvas fósiles, que dan origen al nombre de esta quebrada, que es una reserva natural dentro de los Valles Calchaquíes en donde se pueden ver distintas formaciones rocosas que conforman uno de los paisajes más atractivos de Argentina.
La temperatura en esos momentos marcaba 34 grados en el instrumental 100% digital del Taos, pero el climatizador automático bizona nos garantizó una temperatura ideal en el habitáculo.
La ruta 68 se encuentra totalmente asfaltada; al principio no hay mucho para destacar, solo algunos pueblos típicos hasta llegar a Alemanía (con acento en la «i» para diferenciarla del país germano) a unos 80 kilómetros de la capital. Se trata de un pequeño pueblo que no viven más de 15 familias y que se ingresa a traves de un puente del tipo ferroviario.
Hasta allí llegaba el ramal C13 del Ferrocarril Central Norte, que tenía como objetivo atravesar el complicado relieve de la Quebrada de las Conchas, pero que justamente por las grandes obras que era necesario realizar para lograr que llegara a Cafayate, se quedó truncado en este pueblo. Ya hace unos años fue totalmente renovado para realizar una parada en el camino donde se puede tomar un refrigerio y fotografías.
Continuamos por la ruta hasta llegar al puente que pasa sobre el Río Las Conchas, que se hizo famoso a partir de la película argentina Relatos Salvajes. En este mismo puente es que se lleva a cabo una de las escenas de la película donde dos conductores tienen una discusión de tráfico llegando a sus límites más extremos.
El puente hoy en día no está en uso, pero para los que vieron la película es una parada obligatoria para a sacar fotos.
Luego recorrimos una decenas de kilómetros por un camino de montañas rojizas, donde el agua fue erosionando las rocas durante millones de años hasta darles las formas que hoy se pueden observar. La ruta esta perfecta con muy buena señalizacion. El único problema que pudimos apreciar es que cruzamos varios vados secos pero que en la época de lluvia (enero, febrero y marzo) pueden ocasionar algún inconveniente a los que transitan.
El camino panorámico que conduce hasta Cafayate por los Valles Calchaquíes es bien sinuoso con muchas curvas, algunas elevaciones y bajadas, pudiendo disfrutar del motor naftero 1.4 turbo, el mismo que utilizan Tiguan y Vento, que alcanza una potencia de 150 CV y llega a un torque de 250 Nm desde las 1.500 rpm.
La caja es automática Tiptronic de seis velocidades, con levas al volante que nos permitió usarla en modo secuencial para realizar rebajes. A pesar de contar con un centro de gravedad elevado nunca se perturbó en las las curvas y por los vientos.
Se pueden realizar varias paradas con paisajes singulares al costado del camino para observar las formaciones generadas por el paso del tiempo.
La Garganta del diablo es una de las paradas donde la roca fue tomando una forma angosta formando un cañón profundo y cerrado de alrededor de 70 metros.
En el caso del Anfiteatro, la erosión del agua moldeó la roca durante millones de años hasta darle una forma particular, semicircular con paredes de 20 metros de altura, que producen un efecto acústico increíble.
Otra formación que se puede ver es El Obelisco, se trata de una pequeña montaña puntiaguda con una altura no mayor a los cincuenta metros y que llama la atención por su punta erosionada.
Los Castillos que se divisan del otro lado del Río Las Conchas, es uno de los puntos más impresionantes de la ruta, son imponentes formaciones rojizas talladas en la roca por la erosión del viento y el agua que por su forma se asemejan a castillos.
Ya llegando a Cafayate sobre los 1.600 msnm. comienzan a verse las hileras de viñedos al costado de la ruta. Y es que la producción de vinos de altura es la actividad más importante de Cafayate junto al turismo.
Nos alojamos en Grace Cafayate. Es un hotel boutique de lujo con particularidad que se encuentra dentro de “La Estancia de Cafayate”, ingresando desde la ruta nacional 40 a solo dos kilómetros de la ciudad.
La Estancia es una propiedad de más de 500 hectáreas donde predominan los viñedos y en donde además del hotel hay un barrio privado y golf, ademas del edificio principal con habitaciones y suites y 20 villas residenciales.
El hotel se complementa con un elegante restaurante con cocina abierta, junto con un bar de vinos y cigarros. También hay una piscina, un spa de lujo y un lago.
Al otro día visitamos la Bodega San Pedro de Yacochuya que nació en 1999 aunque cuenta con viñedos de 1913. Situada en el KM 6 de la Ruta Provincial Nº 2, donde termina el camino, a 8 KM de la Plaza principal de Cafayate.
Cuenta con 35 hectáreas de viñedos y se encuentra ubicada a 2000 msnm, del lado oeste del Valle Calchaquí, al pie del cerro con un microclima perfecto para la viña.
La bodega cuenta con una importantes selección de vino: Coquena Finca Tolombón (Corte, Malbec, Cabernet Sauvignon, Tannat, Rosado y Torrontes); Finca Yacochuya (Yacochuya, SPY Tinto, SPY Torrontés) y Ediciones Especiales (Yacuil).
Luego de tener una charla con uno de los dueños de la familia Echart, conocer la historia de la bodega y recorrer sus instalaciones; fuimos agasajados con un espectacular almuerzo que constaba de una picada de fiambres y quesos con vinos Coquena Torrontes, rosado y corte tinto.
Siguió por un plato principal de empanadas de carne cocidas en horno de barro acompañado con vinos San Pedro de Yacochuya, luego por una cazuela de cordero con vinos Yacochuya – M.Rolland, San pedro de Yacochuya. Finalmente llegó el postre que consistía en un dulce casero con quesillo. Tanto la ida como la vuelta se realizo en minibus.
Al otro día la vuelta se realizó por la misma ruta 68 hacia Salta haciendo una pequeña parada a la vera de la ruta para conocer las artesanías y vasijas que producen en la región.
Conclusiones
- En total se recorrieron 270 kilómetros, con un consumo promedio de 8,2 l/100 km. Debemos tener en cuenta que en este tipo de camino de montaña no siempre fue en sexta marcha ya que en varias oportunidades para realizar algún pasaje entre autos tuvimos que presionar el pedal con mayor severidad, aunque igualmente fue un consumo más que razonable.
- Corroboramos las buenas prestaciones del motor, tanto en agilidad como en consumos, y el impecable funcionamiento de la caja a pesar de transitar constantemente entre los 1.500 y 1.700 msnm.
- Suspensiones, dirección y frenos aseguran confort de marcha y mantienen un comportamiento dinámico equilibrado en las diferentes situaciones que se presentaron en la conducción.
- Esta versión más económica pierde equipamientos, pero sin dudas los que más lamentamos son todos los que integran el conjunto de asistencias a la conducción. Del resto se puede prescindir porque en términos de calidad general no hay variaciones significativas.
- Nos parece una buena decisión de Volkswagen la de sumar esta versión significativamente más económica de uno de los autos más tecnológicos que se fabrica en Argentina y que nada tiene que envidiarles a rivales de su segmento que provienen del exterior.
Lastima que venga con una caja manual en alguna version