Desde Detroit – Junto con las novedades de las marcas estadounidenses –como la Ford Ranger y la presentación del nuevo Volkswagen Vento, la develación del nuevo Clase G era uno de los hitos más importantes y esperados de esta nueva edición del Salón de Detroit y hace algunas horas el momento llegó: Mercedes-Benz, con su CEO Dieter Zetsche y Arnold Schwarzenegger –confeso fanático del icónico todoterreno- mostraron ante la prensa al renovado Gelandewagen.
Una de las mayores preocupaciones de los fanáticos de este modelo era si iba a conservar sus características, tanto estéticas como funcionales, en su nueva generación, ya que la firma de Stuttgart había anunciado que iba a ser la renovación más completa y profunda en su historia, pero luego de ver las primeras imágenes se pueden quedar tranquilos: no sólo mantiene prácticamente intacto su diseño, sino que sus capacidades off road se potenciaron aún más.
Al igual que el Jeep Wrangler que jamás renuncia a su identidad, el nuevo Clase G mantiene las clásicas líneas cuadradas y rústicas que siempre lo caracterizaron… hasta las manijas de las puertas y bisagras sobresalidas, las luces de giro sobre el capot o la rueda de auxilio sobre el portón trasero, todo sigue ahí. El detalle que más refleja su modernidad son los nuevos faros –completamente de Led, adaptativos- con su tradicional formato circular y los espejos exteriores, más redondeados. Pero no se trata de un simple restyling, también creció en dimensiones, siendo ahora unos 5,3 cm más largo y unos 12 cm más ancho. Otra mejora importante es la reducción de peso. Mediante la utilización de aluminio y aceros de alta resistencia para los paragolpes, capot y puertas, la marca alemana consiguió disminuir en 170 kg el peso total con respecto a su antecesor.
Donde sí hay un salto abismal es en el interior. Ahí sí el Clase G ahora luce como un vehículo del siglo XXI y hasta futurista, con un enorme display –dos en realidad, de 12,3” cada una- para el instrumental y para el sistema multimedia, tal como en el Clase S, el Clase E y como lo incorporará el nuevo Clase A. Las salidas de aire son redondas, con un logrado aspecto tipo turbina de avión y materiales y terminaciones de primer nivel, prácticamente artesanales. Ese fue el cambio más importante en la historia de este mítico todoterreno, que dejó de lado su simplicidad y rusticidad típicas de un vehículo militar, para pasar a ser un ícono del lujo y refinamiento, pero sin perder un ápice de sus cualidades fuera del asfalto.
Justamente en ese sentido, el Gelandewagen estrena un esquema de suspensiones independientes en el tren delantero y con eje rígido en el tren trasero, que permite aumentar el despeje al suelo y le proporcionan un andar más confortable. También se ofrece una suspensión neumática como opcional. Así su capacidad de vadeo aumentó en 10 centímetros, puede soportar 7º más de inclinación lateral y sus ángulos de ataque y ventral mejoraron un 1º respectivamente.
La primera variante revelada en el NAIS 2018 fue la versión G550, impulsada por un motor naftero V8 de 4.0 litros, que desarrolla 422 CV y 610 Nm de torque, acoplado a una transmisión automática 9G-Tronic de 9 marchas y tracción 4×4 con reductora y tres bloqueos de diferencial.
Para su llegada a nuestro país aún habrá que esperar un poco más: no será hasta antes de 2019, pero para los que quieran tener su Clase G hoy, Mercedes-Benz todavía cuenta con stock de unidades de la actual generación, a un valor de U$S 229.000.
Prefiero esperar un año más.