La fecha pactada era el 16 de julio, es decir, este martes. Sin embargo, como muchas veces sucede, las filtraciones se viralizan con la velocidad de Internet y un día antes ya pudimos conocer gran parte de las características del nuevo Audi A5. Una vez más, hay que hace una importante aclaración: este modelo nada tiene que ver con la Coupé, el Cabrio y el Sportback que conocemos, ya que en realidad viene a reemplazar al A4, nombre que será utilizado sólo por la variante 100% eléctrica.
Habrá que acostumbrarse a este cambio en la nomenclatura que durante décadas identificó a los productos más representativos de la firma de Ingolstadt, pero resulta bastante sencilla de interpretar: los números pares se utilizarán para las versiones 100% eléctricas, mientras que los impares para las que cuentan con motor de combustión.
Volviendo ahora sí al nuevo A5, si bien parte de su estilo ya lo podíamos anticipar por las fotografías tomadas a unidades de prueba camufladas, finalmente lo podemos ver en todo su esplendor. A nivel de diseño refleja una clara evolución respecto al A4, dejando bastante de lado los trazos rectos por líneas más redondeadas, pero que a la vez también le imprimen carácter y le dan un aire más agresivo. En el frente se destaca la parrilla singleframe, más ancha pero a la vez más achatada, dejando más lugar a la toma de aire inferior y a los enormes canalizadores de aire de los extremos. Los faros son más rasgados y por supuesto cuentan con tecnología Matrix Led.
De perfil, su silueta es más estilizada, tanto en la berlina como en la rural. Sí mantiene la clásica tercera ventanilla triangular que identifica a la mayoría de los sedanes de la marca, en este caso más tirada hacia atrás acompañando la caída del techo y remate posterior tipo fastback. Así, logra combinar parte del estilo de un tres volumen convencional con el de un “coupé de 4 puertas”. De hecho, como en el A5 Sportback, cuenta con portón trasero en lugar de una tapa de baúl separada de la luneta. En el remate posterior también se destacan los faros de aspecto más tridimensional y que se extienden a lo ancho junto con el símil difusor en la parte inferior del paragolpes.
Puertas adentro es salto evolutivo es total: al igual que los últimos productos de la gama e-tron, sobresale el protagonismo de las pantallas y la tecnología. Dispone de hasta tres enormes displays –uno para el instrumental y otro para el sistema multimedia, que están unidos entre sí-, más otra pantalla (opcional) para el pasajero. Esto hizo que se redujeran los mandos físicos en la consola central. También estrena un nuevo volante –con mandos táctiles- y nueva selectora. Por ahora no trascendió el detalle de su equipamiento, pero damos por sentado que contará con numerosos sistemas de asistencia a la conducción y mejoras en conectividad.
Desarrollado sobre la nueva plataforma PPC, es apta tanto para motores de combustión convencionales, como para sistemas electrificados, incluso cuenta con una arquitectura eléctrica de 800V, lo que le permitirá realizar recargas ultra-rápidas en el caso de las variantes híbridas enchufables. Por lo que se sabe, toda la gama de motorizaciones contará con algún tipo de electrificación –al menos un sistema mild-hybrid de 48V-. Las más accesibles utilizarán el 2.0 TFSI de 150 CV, a la que más adelante se sumará una opción de 268 CV, que tendrá un modo de funcionamiento 100% eléctrico. En el extremo de la gama estará el S5, impulsado por el 3.0 TFSI de 365 CV, en todos los casos, asociados a la caja automática S-Tronic de 8 velocidades y sistema de tracción integral Quattro en gran parte del portfolio.
Su llegada a los concesionarios europeos está prevista para antes de fin de año, mientras que a nuestro país arribaría en 2025, año en el que también incorporará más motorizaciones.