En los 90 las pick ups full size todavía dominaban el mercado, mientras que las medianas comenzaban a asomarse, con la Toyota Hilux, la Ford Ranger, la Dodge Dakota o la Isuzu Pick Up como sus principales representantes. En ese sentido, antes de fabricarse en Pacheco, el producto del óvalo llegaba importado de Estados Unidos con una gama bastante acotada, con motorizaciones nafteras y opciones de cabina simple o extendida. Entre ellas, existía una edición muy llamativa, denominada Splash y que se caracterizaba por su color amarillo/anaranjado y caja angosta, con los pasarruedas más voluminosos. Tomando como referencia aquella versión, la firma estadounidense decidió rendirle homenaje con la nueva Ranger Splash.
Al igual que otras versiones como la Tremor, Ford ofrecerá el paquete Splash como opcional para las variantes XLT y Lariat –intermedia y tope de gama en el mercado norteamericano-, disponible con tracción simple (FX2) o 4×4 (FX4). Este pack se destaca justamente por sus llamativos colores de carrocería, entre los que sobresale el naranja con franjas negras, así como una serie de accesorios específicos, como las llantas de aleación de 18 pulgadas pintadas en un tono grafito. Los paragolpes, pasarruedas y carcasa de los espejos son de color negro, mientras que la parrilla, también en ese tono, agrega apliques en naranja.
Puertas adentro, la personalización es algo más sobria: no hay insertos que resalten demasiado, pero sí cuenta con costuras en hilo naranja en el aro del volante, la selectora y las butacas. Por supuesto, cuenta con el máximo equipamiento disponible para la pick up, con climatizador, instrumental digital/analógico, sistema multimedia SYNC 3 y el paquete de asistencias a la conducción Ford CoPilot360.
Mecánicamente, a diferencia de la Ranger producida en Argentina, la gama norteamericana tiene como protagonistas, sobre todo, a las motorizaciones nafteras. En el caso de la Splash, está impulsada por el motor EcoBoost 2.3 que desarrolla 272 CV y 42,7 kgm de torque, asociado a una caja automática con convertidor de par de 10 velocidades. Contrario a lo que uno pueda imaginarse, los consumos son aceptables: las versiones de tracción simple homologan un rendimiento de 8,9 km/l en uso urbano y de 11 km/l en ruta. Por su parte, las versiones 4×4 homologan 8,5 km/l en ciudad y 9,3 km/l en ruta.
Al igual que sucede con el Mustang, la incorporación de este nuevo paquete es una manera de continuar animando la gama y comenzar con la paulatina despedida de la generación actual, ya que su sucesora está en la etapa final de desarrollo y será presentada el año que viene.
esta buenísima!! solo el color poderosa ser un naranja más intenso