Pocas veces suele suceder algo así, pero demuestra la rapidez de una marca en responder ante las demandas del público para garantizar el éxito de un producto. Presentada en 2019, la segunda generación de la Creta –conocida en China como ix25- dio un enorme salto en diseño, pero ese cambio tan drástico y llamativo fue muy criticado, especialmente por ciertas desproporciones en su sector frontal. Si bien en el Gigante Asiático se comercializa sin modificaciones, para su llegada al mercado brasileño la compañía realizó un leve facelift a fin de hacerla más atractiva y sobria. Más allá de eso, la firma surcoreana también puso manos a la obra y comenzó a trabajar desde hace varios meses atrás en un rediseño mucho más profundo y que tendrá su debut este mismo año.
Aprovechando el inicio de producción en Indonesia, el B-SUV incorporará un restyling que buscará asemejarlo a su hermana mayor, la Tucson, lo que cambiará por completo el frente. Tal como lo anticipaban las recreaciones, la Creta adoptará una enorme parrilla en forma de V que se extiende hacia las luces diurnas de Led, mientras que los faros principales estarán ubicados más abajo, con un diseño más estilizado. De esta manera, el Sport Utility ganará una imagen más moderna y agraciada, transmitiendo mayor dinamismo. No se esperan modificaciones muy radicales en los laterales ni en el interior, mientras que en la parte trasera habrá leves cambios en el diseño de los faros.
Así lo indican una serie de bocetos publicados por la marca que terminan de confirmar los cambios que se avecinan a sólo dos años de su debut. Eso sí, considerando que acaba de comenzar la producción en Brasil, en nuestra región el restyling recién llegaría hacia 2025.
Más allá de cuestiones estéticas, la segunda generación del B-SUV también incluye cambios en cuanto a dimensiones: mide 4,30 metros de largo (vs 4,27 m), 1,79 metros de ancho (vs 1,78 m) y 1,62 metros de alto (vs 1,63 m), mientras que la distancia entre ejes se incrementó en 2 centímetros, llegando a 2,61 metros.
Puertas adentro, el tablero luce trazos más rectos, destacándose la enorme pantalla táctil ubicada en posición vertical, cuyo marco se extiende sobre la consola central e inferior, hasta el túnel central. Por el momento, no fue revelado su equipamiento, aunque se esperan mejoras en cuanto a tecnología y seguridad.
Mecánicamente, en Brasil se comercializa con el nuevo motor naftero 1.0 T-GDI (turbo, con inyección directa) de 120 CV y 17,5 kgm de torque asociado sólo a una caja automática de 6 velocidades para las versiones más accesibles e intermedias, mientras que la tope de gama cuenta con un 2.0 (aspirado) de 157 CV (167 CV a etanol) y 20,6 kgm de par, acoplado a una transmisión automática de 6 marchas. En todos los casos, la tracción es delantera y se eliminó la opción manual.