
El Q7 –al menos hasta la llegada del futuro Q9- es el SUV insignia de la gama con motor a combustión de Audi, un producto que desde su origen se destacó por su nivel de equipamiento, confort y espacio. Para seguir siendo competitivo en un segmento donde brillan las Premium alemanas, la firma de Ingolstadt decidió introducir un nuevo facelift, el segundo de esta segunda generación, que le permitirá encarar la última parte de su ciclo comercial.
Los cambios están a la vista y lo que buscó la marca fue darle un aire mucho más deportivo, buscando emparentarla con el Q8. Para ello, las principales modificaciones están en el sector frontal, con nuevos faros con cuatro tecnologías diferentes en opción (Full Led, Matrix Led, Led HD y láser) y máscara oscurecida, parrilla singleframe con el marco de color aluminio satinado y entramado tipo panal de abejas, también presente en las tomas de aire de los extremos del paragolpes, que subrayan el ancho del vehículo. Agrega además los paquetes opcionales Black y Black Plus, obivamente con detalles en negro en la parrilla, paragolpes, marco de las ventanillas y paragolpes. También suma los colores metalizados Oro Sakhir, Azul Ascari y Rojo Chili junto con un amplio catálogo de llantas de aleación de 19, 20 o 22 pulgadas, con terminación metalizada o en negro brillante.
Donde no hay muchas novedades es en el interior, que mantiene su estilo moderno con múltiples pantallas, apliques en aluminio y piano Black. Sólo agrega una actualización del instrumental –con más funciones-, sumando también nuevos sistemas de asistencia a la conducción como alerta de cambio de carril, con detección de autos, camiones, motos y ciclistas, aviso de distancia de seguridad, asistente de intersección e información sobre los semáforos. La versión deportiva SQ7 incorpora butacas deportivas con revestimientos bitono.
En cuanto a sus mecánicas, la gama ahora queda compuesta por tres opciones: 45 TDI con un V6 3.0 que entrega 231 CV y 500 Nm de par; 50 TDI con el V6 3.0 de 286 CV y 600 Nm de torque; o el naftero V6 3.0 TFSI de 340 CV y 500 Nm de par. En todos los casos, la transmisión es automática con convertidor de par de 8 velocidades acoplada a un motor eléctrico y sistema mild-hybrid de 48V que le permite desconectar el propulsor de combustión en determinadas circunstancias, disminuyendo el consumo y las emisiones. Por supuesto, el sistema de tracción integral quattro es de serie en todas las versiones.
Mención aparte para la variante deportiva SQ7, la única que cuenta con el V8 4.0 TFSI que desarrolla 507 CV y 770 Nm de par, también acoplada a la caja automática de 8 velocidades y al sistema de tracción integral quattro. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h. Posee tecnología de desconexión selectiva de cilindros y puede sumar el tren de rodaje Advanced, con diferencial deportivo y sistema de estabilización activo del balanceo.
Su llegada a los concesionarios europeos está prevista para finales de este primer trimestre. Todavía no hay una fecha estimada de arribo a nuestro país.