¿Argentina está preparada para la llegada de vehículos eléctricos?

Continuamente venimos señalando los numerosos avances que se van dando en favor de la comercialización de vehículos eléctricos en Argentina, como los beneficios impositivos (Decreto 331/2017 del Poder Ejecutivo Nacional y la Resolución E536/2017 de la Secretaría de Industria), la instalación de fábricas para producirlos y más recientemente, la inauguración de la primera estación de servicio con cargadores eléctricos (ver nota), ¿Pero nuestro país está realmente preparado para recibir este tipo de vehículos? Estas son algunas de las cuestiones que aún quedan por resolverse.

Primero hablemos de los beneficios de este tipo de movilidad. Según un estudio realizado por la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA), un usuario con un automóvil convencional recorre habitualmente alrededor de 55 km por día en la ciudad, pagando un alto costo por el combustible, mientras que uno eléctrico permite recorrer hasta tres veces esta distancia con una sola carga de batería. Todo esto sin hacer cambios en la red eléctrica del hogar, ya que la mayoría posee un conector estándar como el de cualquier electrodoméstico.

Hasta ahí la balanza parece inclinarse por los vehículos de cero emisiones, pero ¿Qué ocurre si se quiere hacer un viaje largo? Obviamente, para ello es necesaria la creación de estaciones de recarga de baterías a lo largo del país. En ellas, una carga rápida puede abastecer hasta el 80% de la batería en aproximadamente 30 minutos, lo que igual representa bastante mayor tiempo del que demanda un surtidor de combustible tradicional. Una solución sería instalar estos cargadores rápidos en estaciones de servicio, shoppings, supermercados y estacionamientos, para que el conductor realice la carga mientras hace otras actividades.

En ese sentido, se destaca el acuerdo firmado por YPF, el Gobierno Nacional y la empresa ABB para instalar estos cargadores en varias estaciones de servicio de bandera nacional. Justamente, desde ABB (compañía que fabrica los aparatos de recarga) señalaron que esta alianza será el puntapié inicial para que las automotrices puedan activar sus proyectos de vehículos eléctricos, algo en lo que ya están trabajando Volkswagen y Renault por ejemplo.

Por otra parte, SCAME, otra empresa dedicada a las estaciones de carga de vehículos eléctricos, manifestó la importancia de extender y ampliar el régimen de promoción de este tipo de movilidad, incluyendo no solo a los fabricantes e importadores, sino también a los clientes. Es decir, que haya beneficios e incentivos para quienes elijan un auto eléctrico, tal como sucede en países de Europa o Estados Unidos.

El siguiente interrogante tiene que ver con el consumo eléctrico, algo crítico en un país en el que aún faltan muchas inversiones para mejorar la infraestructura y poder abastecer un aumento significativo de la demanda. A favor, Argentina tiene un gran potencial para desarrollar las baterías, ya que, junto con Chile y Bolivia forman parte del Triángulo del litio –esencial para su fabricación-, siendo la segunda reserva mundial de este mineral.

Además, la llegada de los eléctricos también representa una oportunidad para las PyMEs y otros fabricantes de insumos, que podrán sumarse a la cadena de producción como proveedores.

Como se ve, todavía quedan muchos puntos por resolverse, pero se va avanzando lentamente. En algunos años más, seguramente, los vehículos eléctricos terminen formando parte del paisaje habitual de una ciudad, es decir, llegaron para quedarse.