De sus instalaciones sale el auto más vendido del país y es una planta modelo a nivel internacional, dentro de un predio en el que además, en sus diferentes anexos, se fabrican desde camiones hasta maquinaria agrícola: el Complejo Industrial Ferreyra, ubicado en la provincia de Córdoba, está celebrando sus 25 años de historia, siendo una pieza clave para el Grupo Stellantis en la región.
Sus comienzos se remontan a 1995, cuando un equipo de 34 ingenieros viajó a Italia y a su regreso y en tan solo 18 meses, construyeron la que fue en su momento la nueva planta de Fiat tras la disolución de Sevel. La fábrica fue inaugurada el 20 de diciembre de 1996 con una inversión inicial de U$S 600 millones.
Tiempo después, la planta se convirtió en uno de los establecimientos automotrices más modernos a nivel internacional, alcanzando en 1998 una producción anual de 120.000 unidades con la fabricación de los modelos Siena y Palio. En 2007, luego de una nueva inversión de U$S 80 millones, su capacidad productiva fue elevada a 200.000 unidades por año.
Para 2012, el complejo industrial recibió una inversión de U$S 110 millones, en este caso dirigida a la producción de la plataforma del nuevo Palio y, en 2017, la inversión de U$S 500 millones, destinada a la producción de un nuevo modelo desarrollado íntegramente en el país y que sólo se fabrica aquí: el Fiat Cronos, modelo que con pocos años en el mercado ya se consagró como el más vendido del mercado argentino y se mantiene al frente del ranking de patentamientos mes a mes.
De acuerdo a la compañía, actualmente se fabrican 303 unidades por día en sus nueve versiones, con dos opciones de motorización (Firefly 1.3 de 99 CV y 1.8 eTorQ de 130 CV) y dos de transmisión (caja manual de 5 marchas o automática de 6 velocidades). Para su producción participan 255 robots y 1.500 personas, que lograron que hasta hoy fueran fabricadas 175.000 unidades desde su presentación en 2018.
El comunicado oficial destaca que, habiendo fabricado en estos 25 años 1.125.796 unidades, “la Unidad Productiva Córdoba supo adoptar la cultura de excelencia y mejora continúa implementada en Europa, atravesando hasta el día de hoy de manera vertical y horizontal la totalidad de los procesos de las instalaciones”, bajo el concepto de inspirarse en las personas y en el espíritu y capacidad para renovarse, adaptarse e impulsar el cambio.