
Llevamos meses e incluso años hablando del inevitable final del Audi TT, un final que se estiró bastante pero que en algún momento iba a llegar ya que los propios directivos lo habían confirmado, pero que parecía resistir gracias a las numerosas ediciones especiales de despedida que fueron lanzadas en los últimos meses. Sin embargo, ahora sí no hay vuelta atrás, la última unidad del Tourist Trophy –ese es el significado de las siglas TT- salió de la línea de montaje de la planta de Györ el pasado 10 de noviembre.
Así lo reveló la propia marca alemana con un posteo en Instagram con la foto de la última unidad producida, de color gris grafito y, como la leyenda en su parabrisas lo indica, la número 662.762 desde el 18 de febrero de 1998 cuando fue lanzada la primera generación. Sin dudas, una excelente cifra considerando que se trata de un deportivo Premium. Sin un reemplazo directo, desde ahora, su lugar en el complejo industrial será ocupado por el Cupra Terramar, un SUV coupé de la marca española.
El motivo de su discontinuación era esperable: su escasa rentabilidad y los años en el mercado de la tercera generación lo fueron poniendo en jaque. Además, la demanda de este tipo de vehículos es cada vez menor y la compañía prefiere centrar sus recursos en el desarrollo de vehículos y plataformas electrificadas, lo que obligará a dejar de lado productos de nicho.
De esta manera, también se desestiman otras posibilidades de que al menos se mantenga vivo su nombre aunque bajo otro concepto: hace algunos años atrás se llegó a estudiar la incorporación de una variante Sportback, con cinco puertas, mejorando su habitabilidad y funcionalidad para el día a día, conservando gran parte de su diseño, como las características ventanillas arqueadas o la línea de cintura alta. Incluso la propia firma de Ingolstadt construyó un concept que se lo veía realmente atractivo, pero que lamentablemente no pasó de la fase de prototipo.
La última serie especial presentada por la marca de los anillos fue el bellísimo TT Roadster Final Edition, limitada a tan solo 50 unidades, y que se destaca justamente por su personalización, con detalles que no suelen estar presentes en el catálogo del modelo, como la pintura Goodwood Green perlada de Audi Exclusive –que sólo estuvo disponible en la primera generación del TT- junto con molduras y apliques en color gris platino, presentes en el paragolpes delanteros, los zócalos laterales y el paragolpes trasero, provenientes del paquete S Line. Asimismo, la capota de lona es de color gris y hace referencia a la edición 20º aniversario del TT Roadster presentada en 2019.
Puertas adentro, sobresale el elegante tapizado en cuero Palomino Brown, que también está inspirado en la primera generación. Incluye este revestimiento en la consola central, los paneles de las puertas y apoyabrazos, en contraste con el resto del tablero y el volante, en color negro. Al igual que en el exterior, cuenta con el paquete S Line, con butacas específicas con función de calefacción a la altura del cuello, micrófonos incorporados en los cinturones de seguridad para optimizar el funcionamiento del Bluetooth y del sistema de reconocimiento de voz, además de apliques en fibra de carbono en varias partes del tablero.
Mecánicamente, el TT Roadster Final Edition está impulsado por el conocido motor naftero 2.0 TFSI de cuatro cilindros en línea, que entrega 230 CV y 350 Nm de torque, acoplado a la caja automática S-Tronic de doble embrague y 7 velocidades y al sistema de tracción integral quattro, pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,5 segundos. De manera adicional, incluye llantas de aleación forjadas de 20” del TTS, sistema de suspensión magnética adaptativa y frenos de alto rendimiento.
Una pena cada vez menos autos con alma reemplazados por cajas de zapatos llamadas SUV…Un perdida para aquellos que amamos los fierros de verdad..gracias