Volvo inició el proyecto “One Tonne Life” para demostrar que una familia puede reducir las emisiones anuales de CO2 por persona de siete toneladas a una (más de un 75%) en una casa ecológica sin cambiar los hábitos de vida.
El experimento, en el que colaboran las empresas suecas Vattenfall y A-hus, consta de tres partes: una casa sostenible de madera; el Volvo C30 DrivE eléctrico; y la tecnología capaz de medir el consumo energético en tiempo real y de enseñar a la familia a utilizar la energía de la forma más eficiente posible.
Para el proyecto la familia Lindell – compuesta por cuatro personas y elegida entre otras 50 candidatas – se mudó a esta vivienda, situada en Älghagsstigen (Estocolmo), el pasado mes de enero, donde permanecerán seis meses.
El Volvo C30 DrivE eléctrico se recarga en ocho horas en un enchufe común ubicado en el garaje de la casa, lo que le da autonomía suficiente para recorrer 150 kilómetros al día con cero emisiones. Para ello fue necesaria la instalación de un pack de baterías con un peso de 300kg que, consecuentemente, ocupa un espacio mucho mayor que el de un tanque de combustible convencional. Debajo del capot, el motor de combustión fue reemplazado por un paquete con la eficiencia y actividad de un motor eléctrico de 400 Volts.
En este sentido, el director de Vehículos Especiales de Volvo Cars, Lennart Stegland, indicó que ”el principal objetivo de este proyecto es estudiar cómo funciona el vehículo eléctrico adaptado al estilo de vida de una familia moderna y obtener la mayor cantidad de información para continuar desarrollando este tipo de modelos”.
Por su parte, Gert Wingardh, arquitecto del proyecto, comentó sobre las técnicas de construcción y la gestión energética que “han sido los puntos más estudiados en la construcción de esta casa blanca, hecha en madera con techos negros y una cara recubierta de paneles solares lo que le proporciona una identidad única. Además, este tipo de casa, que es la energéticamente más eficiente, estará a la venta a finales de enero de 2011”.
Como resultados parciales, el equipo de investigación – que realiza monitoreos constantes – detectó que durante la primera semana desde la puesta en marcha de la iniciativa, la familia emitió 562 kilogramos de CO2, de los que 192 corresponden a transporte y cero emisiones al vehículo.