
Poco a poco el nuevo Volkswagen Taos va llegando a los mercados donde estaba prevista su producción y comercialización. Además de China –donde se la denomina Tharu-, Argentina y México, el otro país donde se fabrica es Rusia y como era de esperarse, en cada una de ellos el C-SUV recibió adaptaciones específicas. Ya hemos hablado en otras oportunidades de la variante mexicana y sus diferencias con la que está en etapa de producción pre-serie en la planta de General Pacheco. Ahora es el turno de la variante fabricada en el país donde se creó la vacuna Sputnik V.
A simple vista, las tres variantes del Taos son prácticamente idénticas, especialmente en el sector frontal, ya que utilizan los mismos faros –con la salvedad que la mexicana cuenta con giros ámbar-, parrilla y paragolpes, incluso manteniendo la máscara negra que une la parrilla con la toma de aire inferior. Las diferencias empiezan a aparecer de perfil, donde cambia el diseño de las llantas y en la parte trasera, donde varía el diseño interno de los faros, es decir, son todos detalles muy sutiles. En cuanto a dimensiones, la versión rusa es levemente más pequeña (4,41 metros de largo vs 4,45 metros de la mexicana y argentina, y 2,64 metros de distancia entre ejes vs 2,69 metros, respectivamente). La misma fórmula se repite en el interior, allí sólo se modifican la pantalla del sistema multimedia y la ambientación, un poco más colorida en el SUV ruso, según las fotos publicadas por la marca.
Donde sí toman distancia una de otra es en su mecánica: si bien todas comparten la plataforma modular MQB, cada una utiliza una motorización diferente. El Taos fabricado en México apuesta por el más moderno propulsor 1.5 TSI Evo –con ciclo Miller, turbo de geometría variable y desconexión automática de cilindros- de 160 CV y 25,5 kgm de torque, asociado a una caja automática Tiptronic de 8 marchas o la nueva DSG de doble embrague y 7 velocidades, con opción de tracción integral 4Motion. En cambio, el SUV producido en Argentina contará únicamente con el conocido motor 1.4 TSI de 150 CV, acoplado sólo a la caja automática Tiptronic de 6 velocidades. Posteriormente, podría incorporarse a la gama el más potente 2.0 TSI de 230 CV, caja DSG y tracción integral. Por último, la variante rusa suma al propulsor 1.4 TSI –en este caso disponible con la caja automática Tiptronic de 8 marchas- un viejo conocido de nuestra región, el impulsor 1.6 MSI de 110 CV que aquí utilizan el Polo, Virtus y la T-Cross. Esta motorización será exclusiva de la versión de entrada de gama y podrá asociarse tanto a una caja manual de 5 marchas como a la transmisión automática Tiptronic de 6 velocidades y sólo con tracción delantera.
El motivo de estas diferencias, además de una estrategia comercial y adaptaciones para cada mercado responde a que el Taos ruso se fabrica en la planta de Nizhny Novgorod, la misma que produce el Sköda Karoq, con el cual comparte muchos de sus componentes. En cambio, el C-SUV para América Latina y América del Norte, deriva del Tharu chino.