Así lo anticipó Holger Nestler, presidente de la filial mexicana de la marca alemana. El ejecutivo aseguró que se invertirán U$S 760 millones para adecuar la planta de Puebla a la producción de vehículos eléctricos. En 12 a 16 meses se definirá qué modelo se fabricará allí y se espera que la nueva línea de montaje comience a operar en 2026 para abastecer a toda América del Norte.
La marca alemana inició la fabricación en serie de su C-SUV para el mercado norteamericano. Si bien en diseño las diferencias son sutiles, el Taos mexicano cuenta con el motor 1.5 TSI de 160 CV, cajas automáticas Tiptronic o DSG de 8 y 7 velocidades respectivamente y opciones con tracción integral 4Motion. En Estados Unidos y Canadá será el modelo de acceso a la gama de SUV’s de la compañía.
Al igual que el Beetle, la versión rural del Golf dará paso al SUV Tarek en la planta mexicana de Puebla. Su futuro es incierto, ya que hasta el momento la octava generación del Golf sólo tiene confirmadas las variantes hatch (convencional), deportiva –GTI y R- e híbrida –GTE-.
Casi en simultáneo con el cese de producción del Beetle, directivos de Volkswagen México anunciaron que el Tarek –que también se fabricará en Argentina- comenzará a producirse hacia finales de 2020 para abastecer al mercado local y a la región de Norteamérica.
Según la prensa mexicana, por presiones del sindicato de trabajadores de Alemania, el Golf se produciría únicamente en Wolfsburg hacia 2020. Su lugar en la planta de Puebla será ocupado por los nuevos Tiguan, Jetta/Vento y posiblemente el T-Roc.
