Desde Frankfurt – Por primera vez Audi deja de lado su icónica tracción integral quattro, pero lo hace por una razón muy especial: crear una exclusiva edición pensada para los más puristas, el R8 RWS (Real Wheel Series).
Impulsado por una de las motorizaciones más potentes de la gama, el V10 atmosférico de 5.2 litros y 540 CV, acoplado a la transmisión automática S-Tronic de doble embrague y 7 marchas, es 50 kg más liviano en la versión Coupé y 40 kg más ligero en el caso del Spyder, al prescindir del sistema de tracción y diferencial central.
Con estas características particulares, logra unas prestaciones muy destacables: acelera de 0 a 100 en 3,7 segundos (3,8” en el cabrio) y alcanza una velocidad máxima de 320 km/h (318 km/h en el descapotable).
Por otra parte, también se hicieron ajustes en los reglajes y sistemas de control del chasis que permiten realizar derrapes controlados eligiendo el modo Dynamic en el sistema Audi drive select (provisto de serie) y el programa Sport en el control de estabilidad.
Estéticamente, el R8 RWS se distingue por sus llantas de aleación de 19 pulgadas con diseño de 5 radios en V en color negro, que calzan neumáticos en medida 245/35 R19 en el eje delantero y 295/35 en el eje trasero; parrilla singleframe con terminación negro mate al igual que en las tomas de aire y un adhesivo (opcional) que recorre la tapa del baúl, techo y capot. El tapizado es de cuero/alcántara y opcionalmente se pueden colocar butacas tipo bucket.
Serán 999 unidades, ensambladas a mano en la planta de Bökkunger Höfe, con un precio inicial de 165.000 euros para el Coupé y 180.250 euros en el caso del Spyder.
HOLA SRES, DE 16 VALVULAS, TERRIBLE BESTIA, BIEN POR LAS PATAS NEGRAS. UN ABRAZO Y GRACIAS, GABRIEL GARDONI,