Finalmente llegó el momento de la renovación para el Q5, el exitoso SUV de la firma de Ingolstadt del que hace unos días atrás la propia Audi publicó un primer adelanto. La nueva generación da un gran salto respecto a su antecesor tanto en estética como en tecnología, manteniendo varias opciones de motorizaciones de combustión pero todas con algún grado de electrificación.
Comenzando por su diseño, el cambio está a la vista: dejó de lado los trazos rectos y afilados por un aspecto más agresivo y a la vez más estilizado. Todas las líneas que antes dibujaban aristas o uniones rectas, se redondearon, siguiendo el estilo de la gama e-tron o del también recientemente renovado A5, con el que comparte muchísimos componentes. En el sector frontal llaman la atención los faros con tecnología OLED con una firma de segmentos luminosos en su parte superior y los proyectores ubicados por debajo, pero integrados en la misma óptica. La parrilla singleframe es aún más grande, especialmente su entramado en forma de hexágonos. También se destacan las enormes tomas de aire de los extremos del paragolpes y las marcadas nervaduras del capot que le aportan carácter y deportividad.
De perfil si bien mantiene la silueta de los SUV’s de la marca alemana –a la que luego se le sumará la variante Sportback en formato coupé-, al igual que en el frente, gran parte de las líneas fueron redondeadas, lo que se nota especialmente en la curvatura de las ventanillas. Por supuesto hay una gran variedad de llantas de aleación para cada versión y para que cada cliente pueda personalizar su unidad a gusto. Por último, en la parte trasera, los faros se extienden a lo ancho del portón y también cuentan con tecnología OLED con una firma luminosa personalizable. El paragolpes posee una suerte de aplique en plástico negro por encima de las salidas de escape, que remarca su apariencia deportiva.
En el interior, la renovación es total y se destaca por sus formas más jugadas y tridimensionales, dejando de lado la anterior sobriedad. Su diseño está claramente inspirado en la gama e-tron y el protagonismo se lo llevan las enormes pantallas –quizás hasta algo sobredimensionadas por el marco-, una para el instrumental (de 11,9”), otra para el sistema multimedia (de 14,5”) y otra del lado del pasajero (de 10,9”, opcional), con actualizaciones remotas. Las salidas de aire se ubican por debajo y se redujo la cantidad de mandos físicos. También la selectora y el volante son de nuevo diseño.
El equipamiento, como era de esperarse, es completísimo, contando con climatizador automático de tres zonas, dirección con asistencia progresiva, alerta de cambio involuntario de carril, detector de fatiga, frenado autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo con función Stop&Go y lector de señales, estacionamiento asistido, asistente de giro trasero, asistente de voz con función de aprendizaje y equipo de sonido Bang&Olufsen, entre otros ítems.
Mecánicamente, en esta primera etapa se ofrecerán cuatro alternativas, todas con sistema mild-hybrid de 48V: la gama arranca con el 2.0 TDI de 204 CV, continúa con el 2.0 TFSI de 204 CV y la variante deportiva SQ5, con el 3.0 TFSI de 367 CV. En todos los casos, la transmisión es automática S-Tronic de doble embrague y 7 velocidades, con tracción integral quattro. Por ahora, sólo la versión naftera de 204 CV ofrece opción de tracción delantera. Más adelante se sumarán más variantes.
La tercera generación del Q5 será producida en México para abastecer a todo el mundo y si bien Audi ya está tomando pedidos en Europa, las primeras entregas se concretarán en 2025, año en el que seguramente también arribe a nuestro país.
que belleza……..