Jeep da el siguiente salto en su estrategia de electrificación. Luego de presentar las versiones híbridas 4xe y el Avenger, su primer SUV eléctrico, llegó finalmente el momento del debut de su producto más deportivo y refinado, el nuevo integrante de su división de lujo Wagoneer: el Wagoneer S, que ya venía siendo anticipado a través de varios teasers y datos oficiales.
Estéticamente, la versión de producción se mantuvo idéntica al concept, con un estilo inconfundiblemente Jeep pero más futurista. Ell Wagoneer S tiene un claro perfil deportivo, pero sin caer en el formato de los “SUV Coupé”, un concepto es similar al del Land Rover Velar, aunque con una mecánica 100% eléctrica. Su diseño se destaca por los trazos rectos y superficies limpias, así como un frente muy estilizado y agresivo –por primera vez con la parrilla iluminada-, así como el alerón posterior que nace a partir de la caída de la luneta y del techo. De perfil tiene la típica silueta de los productos de la marca como el Grand Cherokee, pero, tal como señalamos anteriormente, con superficies limpias en las que sólo resaltan los musculosos pasarruedas.
Puertas adentro también refleja una clara evolución con respecto a otros modelos de la compañía, con un gran protagonismo de las pantallas, una para el instrumental, otra para el sistema multimedia, otra para el pasajero y una adicional para el climatizador. Afortunadamente, también mantiene varios comandos físicos. Mención aparte para los materiales y detalles de nivel casi artesanal, así como iluminación ambiental dinámica y con color seleccionable. También se destaca el enorme techo solar panorámico y, ampliando la colaboración con MacIntosh, un sistema de audio premium con 19 parlantes. Otra novedad es que es apto para actualizaciones remotas y está preparado para funciones de conducción autónoma, que podrán ser activadas a corto plazo.
Desarrollado sobre la nueva plataforma STLA Large, está impulsado por un motor que entrega nada menos que 600 CV y 836 Nm de torque, que le permite acelerar de 0 a 60 mph (96 km/h) en apenas 3,5 segundos. El propulsor es alimentado por un paquete de baterías de 100 kWh de capacidad, que le proporcionan más de 500 kilómetros de autonomía según el ciclo EPA norteamericano –más preciso que el WLTP europeo-. Para reabastecerse, su sistema es de 400V lo que permite reducir notablemente el tiempo de carga, pudiendo pasar del 20 al 80% en apenas 23 minutos con un cargador de corriente continua. Claro que como buen exponente de Jeep cuenta con tracción 4×4 y el sistema Select Terrain, con modos Auto, Sport, Eco, nieve y Arena.
Su llegada al mercado norteamericano está prevista para finales de este año, pero será de carácter global: también se comercializará en otros países desde 2025. Por el momento no se habla de posibles variantes híbridas o con motor de combustión, pero por las dudas no habría que descartarlas del todo.