Debido a la reducción internacional del precio del crudo el Gobierno habría acordado con los gobernadores que integran la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) y las empresas petroleras una reducción en los precios de las naftas.
Aunque al principio el Gobierno no habría estado muy de acuerdo, la decisión del ministro de Economía Áxel Kicillof fue la que prevaleció por el violento descenso del valor del crudo a nivel internacional.
El acuerdo con las provincias productora de petroleo sería una rebaja de 7 dólares en la cotización del barril de crudo que repercutiría con una reducción del 5% en los precios de las naftas que las estaciones de servicio expenden al público.