El C5 Aircross inauguró la era de los SUV’s para Citroën, un producto que se convirtió en un éxito y pilar de sus ventas, especialmente en Europa. Sin embargo, los años pasan y a pesar de que hace relativamente poco recibió una actualización, se acerca el momento de pensar en su sucesor y de hecho, ya está en camino. Para anticipar algunas de sus características, la firma del doble chevrón llevó al Salón de París al C5 Aircross Concept.
El prototipo adelanta justamente parte del estilo que tendrá la segunda generación del C-SUV. A grandes rasgos, parte de su silueta y porte se mantienen, pero con un diseño mucho más moderno y llamativo, que se alinea con el nuevo lenguaje estético de la marca, inspirado en el concept Oli. Se destacan los faros de Led que dibujan una suerte de C, así como el nuevo emblema de la compañía, ahora con un marco ovalado. Otra característica distintiva son los trazos rectos y múltiples aristas, dejando de lado las líneas más redondeadas del modelo actual. Así, el C5 Aircross gana una apariencia más dinámica y agresiva en todas las vistas, tanto de frente como de perfil y en la parte trasera.
Por el momento, no hay imágenes del interior, pero estimamos que buscará resaltar el contenido tecnológico y la practicidad, con múltiples pantallas y un gran aprovechamiento del espacio, así como numerosos sistemas de asistencia a la conducción, evidenciando el salto de la actual plataforma EMP II a la más moderna STLA Medium.
Justamente, allí radica la otra clave del prototipo, su arquitectura. Al igual que el Peugeot 3008, está desarrollado sobre la plataforma STLA Medium, que permite todo tipo de opciones de motorización, tanto de combustión interna y electrificadas, como 100% eléctricas. Si bien la marca no brindó las características técnicas del C5 Aircross Concept, podemos tomar como referencia a su primo de la firma del león: en su gama ofrece tres versiones 100% eléctricas. La más accesible está impulsada por un motor de 210 CV y 343 Nm de par, alimentado por un paquete de baterías de níquel, manganeso y cobalto (NMC) de 73 kWh de capacidad, que le proporcionan una autonomía de 525 kilómetros, contando con tracción delantera. En el otro extremo está la variante de tracción integral, que agrega un motor en el eje trasero y eleva la potencia a 320 CV y el par a 509 Nm, alimentado también por la batería NMC de 73 kWh, con una autonomía de 525 kilómetros. Mención aparte para la variante intermedia, denominada Long Range, que combina un propulsor de 230 CV y 343 Nm de par, con una batería NMC de 98 kWh de capacidad, incrementando notablemente la autonomía hasta los 700 kilómetros según el ciclo WLTP, también con tracción delantera.
Asimismo, el C-SUV también dispone de dos variantes con motor de combustión: la opción de entrada de gama con el PureTech 1.2 de 136 CV con sistema Mild-Hybrid de 48V y caja automática de 6 marchas o la versión híbrida enchufable de 195 CV, con caja automática de 7 velocidades. Todas estas opciones deberían ser replicadas por el modelo de Citroën. La versión definitiva, estimamos, estará lista para mediados/fines de 2025.