No lo tenemos en Argentina, pero en Europa el C4 sí recibió una nueva generación hace ya casi cuatro años atrás, en un intento de Citroën por demostrar que las berlinas todavía pueden tener lugar entre tantos SUV’s y si bien no logró récords de ventas, al menos muestran cifras bastante aceptables. Para mantenerlos al día, la marca francesa presentó en el Salón de París su primer facelift, con retoques estéticos y algo más de tecnología.
Los cambios se observan principalmente en el sector frontal, donde dejó de lado la firma luminosa en forma de X y que en nuestra región podemos ver en los actuales C3/C3 Aircross y Basalt, por la nueva identidad de la marca, inspirada en el concept Oli. Se destaca el renovado emblema de los chevrones, ahora enmarcados en un óvalo y los nuevos faros, más rasgados y con una suerte de luces auxiliares rectangulares integradas a la parte inferior de las ópticas que les dan una forma un tanto extraña. Todo el frente posee trazos más rectos y aristas en lugar de las líneas más redondeadas de la serie anterior. De perfil sólo se modificó el diseño de las llantas de aleación, mientras que en la parte trasera, el remate posterior, con la máscara que daba forma a los faros, ahora es más tridimensional y de color negro brillante.
Puertas adentro, los cambios son bastante sutiles: se destaca el nuevo volante, con el renovado emblema y el centro más rectangular, así como las dos nuevas pantallas, una para el instrumental y otra para el sistema multimedia, ahora compatible con ChatGPT y apto para actualizaciones remotas. La dotación de seguridad fue mejorada, especialmente en cuanto a sistemas de asistencia a la conducción, contando con frenado autónomo de emergencia, cámara de detección de peatones y ciclistas de día/noche, alerta de riesgo de colisión, control de velocidad crucero adaptativo, alerta de cambio de carril involuntario, alerta de ángulo muerto, detector de fatiga, reconocimiento de señales de tránsito y luces altas automáticas. Como opcional, puede sumar head-up display, sistema de cámaras con visión de 180º o de 360º.
Mecánicamente, se mantiene las opciones de combustión y eléctricas: la gama arranca con el PureTech 1.2 de 100 y 136 CV –ambos con cadena de distribución-, asistidos por un sistema mild-hybrid de 48V y asociados a una caja automática e-DCS de 6 velocidades. También continuará ofreciendo la versión PureTech 1.2 de 130 CV –sin electrificación-, en este caso asociada a una caja automática de 8 marchas.
Las variantes 100% eléctricas –ëC4- cuentan con dos niveles de potencia, 136 y 156 CV-, alimentadas por un paquete de baterías de 50 y 54 kWh de capacidad, que le proporcionan una autonomía de 360 y 420 kilómetros respectivamente. Además, equipan un cargador de a bordo de 100 kW, que les permiten pasar del 10 al 80% de la carga en media hora.
Su llegada a los concesionarios europeos está prevista para principios de 2025. Por el momento, no hay rumores sobre su desembarco en nuestra región.