Tras la discontinuación del Passat en Estados Unidos hace ya unos años, el Vento (Jetta) quedó como el único sedán de Volkswagen en aquel mercado y a pesar del avance de los SUV’s, la marca sabe que las berlinas aún tienen su público, de hecho en nuestra región siguen teniendo muy buenos niveles de ventas, en este caso con el Virtus, que ocupó parte de la demanda debido a la menor disponibilidad y precios más altos de su hermano mayor.
Para mantenerlo vivo y a la espera de que se vaya definiendo su futuro, la firma de Wolfsburg presentó, tal como lo habíamos anticipado, un nuevo facelift para el Jetta, con leves retoques estéticos y de equipamiento. A nivel de diseño, los cambios están a la vista y le dan justamente un soplo de aire fresco al sedán que en su actual generación lucía bastante impersonal o simple. Los faros –de Led y con una nueva firma luminosa- son más rasgados y se agrega una suerte de ceja o aplique de color carrocería que extiende la línea del capot. La parrilla es más angosta y ahora está iluminada como en otros productos de la marca. Por debajo, el paragolpes cuenta con una toma de aire de formato trapezoidal y dos canalizadores de aire en los extremos, unidos entre sí por un aplique de color rojo en la versión GLI y cromado en el resto de la gama.
De perfil sólo se modificó el diseño de las llantas de aleación, de color negro y con cálipers de color rojo en la variante GLI y con terminación diamantada en las demás opciones. Por último, en la parte trasera los faros mantienen su formato, pero cuentan con un nuevo diseño interno y se extienden a lo ancho de la tapa del baúl. La versión GLI agrega en la parte baja del paragolpes un aplique en negro simulando un difusor y dos salidas de escape cromadas.
Puertas adentro también hay pequeños cambios: de serie, toda la gama pasa a contar con una nueva pantalla táctil de 8 pulgadas para el sistema multimedia –con mandos físicos, al igual que el volante multifunción-, mientras que el climatizador es táctil como en la Tiguan AllSpace o la Taos. Del lado del pasajero, la salida de aire se extiende a lo ancho de la plancha frontal, replicando a otros modelos de la compañía. Por supuesto, dispone de varios sistemas de asistencia a la conducción como frenado autónomo de emergencia, alerta de punto ciego, alerta de cambio de carril involuntario y control de velocidad crucero adaptativo, entre otros ítems.
Mecánicamente, no hay cambios: se mantiene el motor 1.5 TSI de 160 CV con caja automática Tiptronic de 8 velocidades y el 2.0 TSI exclusivo de la versión deportiva GLI, con 231 CV y 350 Nm de torque, disponible tanto con la caja automática DSG de doble embrague y 7 marchas o con caja manual de 6 marchas.
Su llegada a los concesionarios norteamericanos está prevista para fin de año, por lo que su arribo a nuestra región no se dará antes de 2025.