En su nueva generación, el Cinquecento pasó a ser 100% eléctrico. Sin embargo, la serie anterior aún tiene un buen camino por recorrer y Fiat continúa comercializándola en casi todas sus variantes –menos la L, que acaba de ser discontinuada-, de hecho, se podría decir que está más viva que nunca ya que sigue sumando nuevas versiones. La más reciente es el nuevo 500X Hybrid, la variante mild-hybrid del B-SUV.
Más allá de que en nuestro mercado dejó de venderse hace algún tiempo atrás debido a las restricciones a las importaciones y que, al tributar los impuestos extrazona e internos no podía lograr un precio competitivo, el 500X es una de las versiones más vendidas de la gama en Europa. A pesar de que fue presentado en 2014, su atractivo diseño se mantiene vigente y a eso se suma la versatilidad y el mayor espacio que ofrece un SUV en comparación con el citycar convencional. A nivel global, esta variante ya superó las 750.000 unidades vendidas y, considerando las exigentes normativas de emisiones que rigen en el Viejo Continente, la llegada de una versión electrificada era lógica e infaltable para mantener la demanda.
El 500X Hybrid viene acompañado de la sutil actualización que recibió el modelo en su especificación MY2022, con el nuevo logo “500” en el sector frontal –similar a la versión eléctrica- y el reemplazo del emblema anterior de la marca por el actual en la parte trasera junto con nuevas llantas de aleación con terminación diamantada.
Puertas adentro, esta variante viene muy bien equipada, contando de serie con el paquete de asistencias a la conducción compuesto por detector de fatiga, frenado autónomo de emergencia, reconocimiento de señales de tránsito, control de velocidad crucero adaptativo y detector de ángulo muerto, entre otros ítems. Por supuesto no faltan detalles de confort como el climatizador automático bizona o el sistema de infoentretenimiento Uconnect con cámara de retroceso o el sistema de encendido sin llave.
Claro que lo más novedoso está bajo el capot: esta versión está impulsada por un motor naftero Firefly 1.5 de 130 CV y 240 Nm de par, asociado a un sistema eléctrico de 48V con un pequeño motor que le aporta 20 CV. La transmisión corre por cuenta de una caja automática de doble embrague y 7 velocidades, siempre con tracción delantera. En este caso, el propulsor eléctrico permite que el de combustión interna se desacople en ciertas oportunidades, para mantener una velocidad constante o en maniobras de baja velocidad: el arranque es 100% eléctrico y también puede avanzar en embotellamientos o estacionar sin asistencia del impulsor naftero. Así, el nivel de consumos es más bajo que el de su equivalente diésel.
El 500X Hybrid comenzará a ser fabricado en serie próximamente en la planta italiana de Melfi, por lo que en las próximas semanas la marca ya habilitará los primeros pedidos, llegando a los concesionarios europeos en abril.
