Más allá del innegable avance de los SUV’s, Renault no se resigna a no contar con una nave insignia o una berlina de representación, pero debe adaptarse a los tiempos que corren. Combinando las tendencias actuales con su visión de futuro, la marca del rombo presentó el concept Embleme, una suerte de berlina/shooting brake/crossover eléctrico que debutará ante el público en el Salón de Paris, donde habrá muchísimas novedades de la compañía, como el R4 E-Tech y algún adelanto más del Twingo.
Fue realmente sorpresiva la presentación de este prototipo ya que no estaba entre las previsiones o rumores, pero busca reflejar claramente una nueva era o al menos una evolución para la marca ya que introduce un nuevo estilo de diseño, bastante diferente del actual. El Embleme deja de lado los trazos rectos y aristas filosas de los últimos lanzamientos de la compañía y vuelve a apostar por formas más redondeadas junto con líneas tensas que le aportan una cuota de dinamismo. En el sector frontal se destaca el logo de la marca en el centro junto con los faros principales casi ocultos bajo la línea del capot más una firma de segmentos luminosos de Led que dibujan una suerte de rombo en los extremos.
De perfil posee líneas curvas y musculosas, especialmente en los pasarruedas y una línea de cintura alta junto con la suave caída del techo tipo fastback, lo que recuerda a una shooting brake. El toque aventurero o de crossover lo aportan los detalles en negro en la parte baja de la carrocería y su altura. El remate posterior está muy bien logrado y cobran protagonismo los faros de estilo tridimensional que también dibujan un rombo, así como las protecciones en negro en la parte inferior del paragolpes que forman una defensa. Por el momento, no hay imágenes del interior. Con un largo total de 4,80 metros, podríamos considerarlo como un posible rival del nuevo Ford Capri, que también luce un formato bastante similar.
Desarrollado sobre la plataforma AmpR Medium, su mecánica va más allá de ser un simple eléctrico: cuenta con un motor de 218 CV (160 kW) alimentado por un paquete de baterías de 40 kWh de capacidad –hasta ahí, un esquema similar al del Mégane E-Tech-, pero agrega una pila de combustible de hidrógeno de 30 kW como extensor de autonomía. Gracias a un tanque de hidrógeno de 2,8 kilos de capacidad, puede lograr una autonomía total de 1.000 kilómetros.
¿Pasará a producción? Por ahora no lo sabemos, se trata de un prototipo que busca ser una vidriera del poder de desarrollo de Renault, pero consideramos que podría tener una chance de pasar a la realidad como sucedió con la actual Scénic.