Adrian Newey sigue sin dar detalles sobre cómo continuará su carrera profesional, pero lo que sí finalmente reveló es el proyecto que tanto venía entusiasmándolo en los últimos años además del monoplaza de Fórmula 1: el Red Bull RB17, un hypercar pensado por y para circuito, con tecnología y diseño derivados de la máxima categoría de automovilismo.
Pasan los años y sigue asombrando cómo un fabricante de bebidas energéticas pudo codearse y superar a fabricantes de renombre en el automovilismo y el RB17 es el claro ejemplo de que siempre pueden sorprender con algo más. Sin ser una automotriz, desarrollaron desde cero un prototipo a la altura del Mercedes-AMG One o el Aston Martin Valkirye.
Comenzando por su diseño, por supuesto obra de Newey, a pesar de ser un auto con techo, tiene soluciones derivadas de un monoplaza de Fórmula 1, lo que se refleja en las aletas frontales, el piso, los laterales con un concepto bastante similar al de los pontones de un F1 y por supuesto el esquema de suspensión, parcialmente a la vista. Además de su carrocería repleta de curvas y apéndices aerodinámicos, lo que también sorprende es su bajísimo peso, de menos de 900 kilos gracias al chasis y carrocería de fibra de carbono. Todo fue diseñado en torno al motor y la transmisión, que es del tipo secuencial de 6 velocidades y no posee marcha atrás, ya que la misma es accionada por un motor eléctrico. También posee un diferencial activo de desplazamiento limitado con bloqueo hidráulico.
Justamente, ya que empezamos a hablar de su mecánica, es momento de conocer su sistema de propulsión: es híbrido, combinando un V10 atmosférico de 4.5 litros que entrega nada menos que 1.000 CV y puede girar a 15.000 rpm –sí, como en las mejores épocas de los V10 de la Fórmula 1-, con un motor eléctrico que aporta otros 200 CV, para un total de 1.200 CV. Puede alcanzar una velocidad máxima superior a los 350 km/h, aunque por el momento no hay muchos datos más de performance oficiales.
Otro atributo es que, contrariamente a lo que pueda pensarse de un vehículo de circuito, fue creado con el objetivo de que sus exclusivos propietarios puedan manejarlo fácilmente y con frecuencia. Para ello, pueden elegir entre varias opciones de asientos, un juego de pedales ajustables y un compartimiento para guardar indumentaria y cascos. Además, Red Bull ofrece una garantía de 2 años o 4.000 kilómetros, nada mal… Para su mantenimiento –cada 8.000 km- el servicio puede realizarse de manera local, mientras que para revisiones más importantes tendrán que hacerse en la sede de la compañía en Inglaterra.
Sólo serán construidas 50 unidades –las cuales están completamente vendidas, con un precio que no fue informado pero que es de por lo menos 7 cifras- y, para agasajarlos, sus dueños tendrán acceso a una serie de eventos privados en circuito, invitaciones a celebraciones de Red Bull Racing, acceso a sesiones de simulación y todo tipo de eventos especiales.
