
En un primer momento, los autos eléctricos buscaban diferenciarse de los tradicionales, apuntando a destacar su innovación y tecnología. Sin embargo, más allá de las grandes expectativas iniciales, su demanda estuvo lejos de lo que se esperaba, por lo que las automotrices debieron replantear su estrategia y volver para atrás: ya no más submarcas o nombres especiales, integrarlos a su gama es ahora el camino a seguir y es lo que al parecer también sucederá con Volkswagen, que se despediría de la sigla ID más pronto que tarde.
En declaraciones recientes a medios alemanes, directivos de la automotriz confirmaron que la denominación ID, utilizada hasta ahora para identificar a su gama de vehículos eléctricos, comenzará a ser reemplazada por nombres tradicionales de la marca.
Este cambio forma parte de una política orientada a integrar de forma más orgánica las versiones eléctricas dentro de las líneas de modelos ya existentes, aprovechando nombres históricos con fuerte arraigo en el público. Así, la firma de Wolfsburg busca capitalizar el valor emocional de denominaciones como Golf o Polo, con el objetivo de atraer tanto a clientes nostálgicos como a fanáticos de larga data.
Vale recordar que la nomenclatura ID fue introducida en 2019 con el lanzamiento del ID.3, y posteriormente se sumaron los ID.4, ID.5, ID.6, ID.7 y el ID. Buzz. No obstante, el fabricante alemán planea eliminar gradualmente esta designación a medida que avanza su estrategia de electrificación, con la premisa de simplificar la oferta comercial y evitar confusiones entre los consumidores.
Uno de los primeros modelos en adoptar esta nueva política sería el próximo Golf eléctrico, que podría llegar al mercado sin el prefijo ID pero manteniendo su identidad como vehículo 100% eléctrico. De esta manera, la marca apunta a una convivencia natural entre las variantes de combustión y las de cero emisiones bajo un mismo paraguas comercial.
El replanteo llega en un contexto donde las proyecciones de electrificación masiva fueron perdiendo fuerza frente a los desafíos del mercado. A diferencia de lo que se anticipaba cinco años atrás, los vehículos con motor de combustión aún tienen un horizonte relevante, lo que obliga a las automotrices a pensar en gamas mixtas y nomenclaturas coherentes con esa convivencia.
Desde la compañía reconocen que los autos eléctricos han dejado de ser una novedad y que los consumidores priorizan nombres familiares y confiables. En este sentido, dos de los modelos conceptuales que dejarían atrás el sello ID son el ID.2all y el ID. Every1, que llegarán en sus versiones de producción entre 2026 y 2027 con nuevas denominaciones comerciales.