Sin dudas, desde que el prototipo fue develado en el Japan Motor Show, generó muchas expectativas: luego de casi dos décadas, la Prelude podría volver al mercado y con una imagen agresiva que transmitía mucha deportividad. Sin embargo, según la revista nipona BestCar, parecería que no va a ser tan así: la coupé ofrecería –al menos en un primer momento-, una mecánica híbrida combinada con una caja CVT.
De acuerdo a nuestros colegas del país asiático, la nueva generación de la coupé en lugar de estar basada en el Accord como sus antecesores, tomará como base la plataforma del Civic, con el que compartiría también el motor naftero 2.0 turbo, asistido por dos motores eléctricos tal como la variante e:HEV. En un momento se habló de que podría disponer de una batería de mayor capacidad convirtiéndose así en un híbrido enchufable, pero ahora cobra fuerza el rumor de que sería prácticamente idéntica al Civic e:HEV, es decir, un sistema híbrido autorrecargable con 207 CV, asociado a una caja automática CVT.
Sí, aunque 200 CV no son pocos, el sistema híbrido y la caja CVT no son una combinación que se destaque por su deportividad, lo que supondría cierta decepción para los más puristas. Pero hay que tener en cuenta que en realidad, en sus orígenes, la Prelude apuntaba más a ser un Gran Turismo que un deportivo de raza, por lo que la nueva generación podría repetir esa misma fórmula.
Vale recordar que la Prelude fue una de las coupés japonesas más deseadas del mercado desde la década del 80 y 90, todo un símbolo de status y que incluso al día de hoy se mantiene muy bien valorada si se trata de una unidad en buen estado de conservación. La caída en la demanda de este tipo de vehículos le puso punto final a su historia, pero todo parece indicar que volverá en 2025.
El prototipo exhibido en el Japan Mobility Show se destacaba por su diseño, bastante sobrio pero moderno a la vez, alineado con los nuevos productos de la marca, con una fina parrilla iluminada y una gran toma de aire en la parte inferior del paragolpes. De perfil su diseño es el típico de una coupé, con un remate posterior tipo fastback, que culmina en un alerón y los faros traseros que se extienden sobre la tapa del baúl.
Curiosamente, en aquel momento Honda decidió presentar el prototipo de manera discreta, sin hablar mucho de él ni mostrar tanto. Sin embargo, prestándole atención a sus detalles, nos damos cuenta de que el concept es plenamente funcional y no parece alejado de cómo se vería en su hipotética versión de producción.
Más allá de que la primera versión en salir a la calle podría apostar justamente por un sistema híbrido y caja automática, también se abre la posibilidad de que más adelante incorpore versiones más deportivas como Type S o Type R, considerando su parentesco con el Civic.
