Ya estamos próximos a las fiestas de fin de año y el comienzo de la temporada de vacaciones, una época del año en que muchos salen a la ruta para visitar familiares, recorrer diversos puntos turísticos y descansar. Para que todo resulte placentero y no ocurran imprevistos –al menos con los neumáticos-, Michelin destaca la importancia de realizar un control pre-viaje para asegurarse el buen estado general del vehículo y sus cubiertas.
Además de los cuidados y chequeos que deben realizarse en un taller con personal calificado (cambio de aceite y filtros, distribución, etc.) el control de las cubiertas puede ser realizado por el usuario y, en caso de detectar una anomalía, ahí sí acercarse a un centro de servicio para solucionar el inconveniente. Siguiendo estos simples consejos, se podrá lograr un viaje cómodo y sobre todo, seguro:
Presión de inflado:
La presión de inflado correcta puede hacer una gran diferencia en el desempeño del vehículo y está definida por el fabricante de este mismo. Una presión de inflado inferior a la requerida genera una mayor deformación y calentamiento del neumático, teniendo como consecuencia la degradación irreversible de los elementos de la cubierta que podrían comprometer su integridad. Además, compromete el manejo del vehículo, tanto en suelo seco como en mojado, aumenta el consumo de combustible y puede causar desgastes anormales prematuros.
Por otro lado, con una presión por encima de lo recomendado, la seguridad del vehículo puede verse impactada, ya que el área de contacto con el suelo disminuye, reduciendo la adherencia. También, el neumático que participa de la suspensión del vehículo queda más rígido, provocando una reducción del confort al conducir, así como un desgaste prematuro de la suspensión y del mismo neumático.
Desgaste y rotación de los neumáticos:
Es necesario rotar los neumáticos debido a que los ejes delantero y trasero los desgastan de manera diferente. Alternar sus posiciones asegura que se desgasten de forma pareja.
Si bien, la rotación se recomienda entre los 7.000 y 10.000 kilómetros (muchas veces coincidente con la revisión estipulada por el fabricante del vehículo), también se aconseja, por supuesto, controlar si es necesaria una nueva rotación antes de un viaje.
Alineación y balanceo:
En caso de percibir vibraciones en el volante, en el piso del vehículo, en el tablero o en los asientos, pudiendo aparecer en distintos rangos de velocidad, es una señal de que se requiere hacer el balanceo en las 4 ruedas. Este procedimiento es esencial para el confort en la conducción.
En tanto, en caso que se perciba que el vehículo se desplaza hacia la izquierda o hacia la derecha cuando se suelta el volante por un corto tiempo, es momento de verificar la alineación para ajustar los ángulos de las ruedas, a fin de mantenerlas perpendiculares al suelo y paralelas entre sí.
Cuando el vehículo está desalineado, los bordes (hombros) de los neumáticos se desgastan más rápidamente, por lo que se tendrán que cambiar antes de lo esperado. Por lo tanto, realizar un control previene, entre otros puntos, el comportamiento errático del vehículo, mejorando así el manejo y la seguridad.
Consejos para verificar y/o reemplazar los neumáticos:
Se sugiere reemplazar el neumático si nota que la banda de rodamiento está gastada más allá de los niveles de profundidad recomendados (por debajo de 1,6 mm), o si se perciben daños y/o deformaciones tanto en los laterales, banda de rodaje, talones o interior.
Se debe reemplazar por la indicación dimensional y de índice de carga y velocidad mayor o igual a la indicada por el fabricante del vehículo en su manual de usuario. Y en caso de optar por una equivalencia, siempre consultar en el centro de servicio para asegurarse que esté homologada y/o respetando las recomendaciones de equivalencia.
Los neumáticos no tienen fecha vencimiento y su vida útil dependerá principalmente de las condiciones de utilización a las que fueron sometidos; es decir que la vida útil inicia cuando se instala en el vehículo y comienza a soportar la carga del mismo, atravesar infinidad de deformaciones durante su rodaje, así como diversas condiciones de uso como clima, tipo de suelo, irregularidades del camino, exposición a la humedad, sol, y otros agentes externos.
Una vez instalados, más allá de las inspecciones visuales y de presión, a partir de los 5 años de rodado las cubiertas deben pasar por una revisión minuciosa de un especialista para determinar si es necesario cambiarlas. Esta verificación debe realizarse una vez por año hasta su reemplazo, más allá del kilometraje y siempre que los canales de su banda de rodamiento no estén con una profundidad por debajo de 1,6 mm (lo que confirmaría el final de su vida).
Llegado a los 10 años de su fecha de fabricación, Michelin recomienda reemplazar el neumático del vehículo (independientemente del kilometraje, aspecto visual o mantenimiento), dado que es prácticamente imposible conocer todas las tensiones a las que ha sido sometido.
Adicionalmente, no hay que olvidar chequear el neumático de auxilio (debe estar en condiciones por si se precisa algún reemplazo en la ruta, así como controlar su presión) y respetar la capacidad de carga del vehículo (sobrepasar este índice de carga máxima puede hacer que los neumáticos se recalienten en exceso y causar su destrucción).