
Mientras seguimos esperando su llegada a Argentina, la Toyota Land Cruiser sigue sumando versiones en los mercados donde se comercializa. Teniendo en cuenta que en Europa está logrando un impresionante éxito, con ventas que se incrementaron un 102% entre enero y abril de este año frente a las cifras de 2024, contar con una versión electrificada en el Viejo Continente -donde sólo se ofrecía el motor turbodiesel 2.8 de 204 CV- se hacía prácticamente obligatoria, sobre todo para cumplir con las exigentes regulaciones de emisiones y consumos, además de poder contar con precios más competitivos. Es así que el todoterreno de la firma nipona finalmente incorporará una versión mild-hybrid hacia finales de 2025.
Tal como señalamos anteriormente, el objetivo es cumplir con las estrictas regulaciones medioambientales del continente y ampliar aún más su base de clientes. Cabe recordar que en Europa este modelo se comercializa simplemente como Toyota Land Cruiser, ya que la versión 300 no está disponible en dicha región. La nueva generación del todoterreno desembarcó inicialmente a finales de 2024, equipada únicamente con un motor turbodiésel de 2.8 litros y cuatro cilindros. Sobre esta misma base mecánica, se integrará ahora un sistema eléctrico de 48V.
Aunque la marca no detalló cifras específicas de potencia o rendimiento, se espera que esta configuración electrificada mejore ligeramente las prestaciones, pero sobre todo reduzca significativamente las emisiones de CO2. Esto no solo contribuirá a una menor carga impositiva en varios países europeos, sino que también permitirá ofrecer al modelo a un precio más competitivo frente a sus rivales.
Este conjunto mecánico resulta conocido: la estrategia de electrificación parcial ya fue aplicada previamente por Toyota en la Hilux, también disponible en Europa con un sistema mild-hybrid, y compartirá con la Land Cruiser buena parte de sus componentes. Entre ellos, se destaca un motor eléctrico de 48V que reemplaza al motor de arranque y alternador convencional, con correa y tensor de doble brazo, una batería de iones de litio, y tecnología de recuperación de energía durante frenadas o desplazamientos por inercia.
El sistema permitirá asistir al motor térmico en fases de aceleración y optimizará el funcionamiento del sistema start & stop, reduciendo aún más el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. La potencia estimada del conjunto se mantendría en torno a los 204 CV y 500 Nm de torque.
Fuera de Europa e inclusive en algunos países de América Latina, el modelo mantiene una oferta más amplia con motorizaciones nafteras y diésel, mientras que en Estados Unidos ya se comercializa exclusivamente con un sistema híbrido autorrecargable denominado i-Force Max, compartido con otros SUV’s y pick ups del grupo. La llegada de la Prado a nuestro país debería concretarse antes de fin de año. Respecto al sistema mild-hybrid, también se espera que en algún momento la Hilux producida en Zárate sume esta variante.