El Toyota Prius fue el auto que masificó la tecnología híbrida, un auténtico pionero en electrificación que ya logró comercializar varios millones de unidades en sus cuatro generaciones. Actualmente, su gama se compone de versiones híbridas convencionales (autorrecargables, como la que llega a nuestro mercado) e híbridas enchufables, pero a mediano plazo podría incorporar una tercera alternativa: híbrida enchufable con motor impulsado a hidrógeno.
Ya es por demás conocida la apuesta de la marca japonesa por el hidrógeno, la compañía viene investigando este elemento como una alternativa a otros combustibles desde hace años e inclusive ya ofrece en algunos mercados el Mirai, un vehículo eléctrico propulsado con células de combustible de hidrógeno. En este caso, en lugar de utilizar el hidrógeno para generar electricidad, el Prius lo utilizaría directamente como combustible, es decir, en estado gaseoso para impulsar el motor de combustión interna. La idea no es nueva y otras automotrices también hicieron pruebas de este tipo, aunque sí sería la primera vez que se lo incorpora a un vehículo híbrido.
Esta información fue difundida por la web Best Car junto a otras novedades: el Prius lleva casi 6 años en el mercado, por lo que debería recibir una nueva actualización para encarar el final de su ciclo comercial. Esta renovación sería presentada hacia finales de 2022. Sin embargo, para la llegada de la versión impulsada a hidrógeno, habrá que esperar un poco más: según dicho medio de prensa, recién será lanzada en 2025, quizás con la nueva generación, dando tiempo además a que la red de infraestructura necesaria para su reabastecimiento continúe ampliándose.
Además del Prius, vale recordar que hace unos meses atrás, Toyota presentó e incluso puso en pista un Corolla Sport (hatchback) impulsado a hidrógeno: a cargo del equipo ORC Rookie Racing, que participó en las 24 Horas de Fuji NAPAC Super TEC, posee un motor de tres cilindros en línea y 1.6 litros, sobrealimentado por turbocompresor e intercooler. La marca no brindó cifras de su rendimiento, por lo que no sabemos su potencia y torque, pero su funcionamiento es similar al de un auto a GNC: el hidrógeno en estado gaseoso es almacenado en un tanque y se inyecta en el motor. El vehículo sólo necesita unas mínimas adaptaciones para funcionar con este elemento, al igual que una conversión a gas natural comprimido. Del proceso de combustión, lo único que se obtiene es vapor de agua, por lo que no emite CO2 ni óxidos de nitrógeno.