El FMX es la nave insignia de Volvo para el segmento off-road, un camión que además de destacarse por su tecnología y seguridad, también tiene que garantizar la máxima resistencia y durabilidad en las exigentes tareas para las que fue diseñado, como la minería o las obras de construcción.
Justamente, para testear su resistencia, la marca sueca decidió reunir a un grupo de ingenieros y realizar, en un ambiente seguro y controlado, una prueba que llevó al límite a los materiales con los que está construido el chasis y la cabina pero especialmente la caja de carga, la transmisión y varios componentes mecánicos vitales de la unidad: dejar caer desde diferentes alturas dos toneladas de acero directamente sobre la caja volcadora.
La prueba se realizó sobre un FMX convencional equipado con la caja de cambios más robusta, la I-shift con marchas súper reducidas: los bloques de 2 toneladas de acero se soltaron 26 veces desde distintas alturas y posiciones para probar la calidad de montaje del motor y caja de cambios.
En este test se logró una fuerza de gravedad equivalente a 214 toneladas en reposo. En un principio el peso se dejó caer en el medio de la superestructura y luego justo encima de los soportes traseros de motor y el resultado, puede verse en el video.
Obviamente, es una evaluación de uso incorrecto, realizada específicamente para esta demostración, por lo que la marca no recomienda realizar una experiencia de este tipo en otro lugar.
