Nuevo protocolo 2026-2029: Latin NCAP endurece sus pruebas y eleva los estándares de seguridad para la región
En línea con la filial europea que pronto presentará un nuevo protocolo, Latin NCAP también presentó una actualización integral de su protocolo de evaluación, mucho más exigente. Se trata de un ajuste que busca acompañar la evolución tecnológica del sector y compensar la falta de regulaciones estrictas en varios países de la región. El nuevo esquema, que regirá hasta fines de 2029, mantiene las cuatro áreas centrales de análisis, pero eleva sustancialmente la vara para acceder a altas calificaciones y penaliza con mayor rigor la ausencia de elementos de protección esenciales.
En el apartado de Protección de Ocupante Adulto, Latin NCAP introduce modificaciones de peso. Las pruebas de impacto lateral y lateral de poste serán más severas, con velocidades más altas y una barrera más pesada, además del uso de un nuevo dummy con mayor biofidelidad. La entidad también ampliará la evaluación del desempeño del asiento trasero, incluyendo pruebas dinámicas y análisis contra latigazo cervical. A su vez, comenzará a medir -aunque sin incidencia en el puntaje- la resistencia del techo en escenarios de vuelco, un ensayo poco habitual entre los programas NCAP globales. El organismo incorporará además parámetros vinculados al rescate post choque, premiando sistemas como el eCall y penalizando dificultades de acceso o ausencia de hojas de rescate.
La Protección del Ocupante Infantil también recibirá cambios profundos. El organismo reemplazará el dummy de 18 meses en los ensayos dinámicos por uno de 10 años, sentado en un booster, con el objetivo de exigir mayores niveles de seguridad en la segunda fila. Esta medida apunta a que los fabricantes mejoren la protección lateral y frontal en el sector trasero, independientemente del sistema de retención utilizado. El protocolo será especialmente estricto con la falta de anclajes Isofix o i-Size y con la imposibilidad de desconectar el airbag del acompañante. Los sistemas de detección de ocupante infantil sumarán puntos extra, en línea con la tendencia global de evitar incidentes por altas temperaturas dentro del vehículo.
En cuanto a la seguridad para peatones y usuarios vulnerables de la vía pública, Latin NCAP ampliará el peso del Frenado Autónomo de Emergencia, incorporará escenarios nocturnos y exigirá la detección de ciclistas. Los sistemas de asistencia también enfrentarán pruebas más rigurosas, con mayor velocidad en el test del alce, nuevas configuraciones para AEB y evaluaciones más complejas de asistencia de carril y detección de punto ciego. Sin tecnologías clave como limitadores de velocidad o sistemas de información de velocidad máxima, los modelos no podrán aspirar a las máximas calificaciones.
Con este nuevo protocolo, Latin NCAP apunta a elevar el nivel general de seguridad vehicular en la región y a promover la adopción de tecnologías avanzadas, tanto para los ocupantes como para peatones y ciclistas.
























