Volkswagen prepara una familia deportiva del ID.2: versiones GTI, Clubsport y una inédita variante R con motores en las ruedas

Volkswagen se prepara para revolucionar su gama de vehículos eléctricos apuntando a lograr la masificación con el ID.2, un modelo clave que marcará un antes y un después tanto en la estrategia del Grupo como en el aspecto técnico, buscando ser accesible y de gran volumen. Basado en la nueva plataforma MEB Entry, el ID.2 no solo dará vida a productos derivados de Skoda, Cupra o el ID.2 All -su variante SUV/crossver, sino que también abrirá paso a una inédita gama de versiones deportivas.
Ya confirmada, la variante GTI del ID.2 será el primer exponente de esta línea de alto rendimiento, manteniendo la configuración de tracción delantera y equipada con el nuevo motor eléctrico APP550 sobre el eje delantero. Su potencia estimada es de 223 CV, y las primeras unidades de prueba ya fueron retratadas por los paparazzis.
Sin embargo, según adelantó el medio británico Autocar, la ofensiva deportiva será más ambiciosa. La marca estaría trabajando en una versión Clubsport, que elevaría la potencia a 282 CV e incorporaría mejoras como un diferencial de deslizamiento limitado mecánico, entrega de par variable y, posiblemente, una función de cambio de marchas virtual. Pero la mayor sorpresa llegará con el ID.2 R, una versión que promete llevar la innovación a un nuevo nivel dentro del Grupo Volkswagen. Este modelo tope de gama alcanzaría los 400 CV y sería el primero en utilizar motores eléctricos integrados directamente en las ruedas, un sistema que permitiría dotarlo de tracción integral sin recurrir al habitual esquema de doble motor (uno por eje).
Este desarrollo se estaría llevando adelante en colaboración con un proveedor tecnológico de los Balcanes, especializado en sistemas de tracción de alto rendimiento. Entre sus beneficios destacan la posibilidad de ofrecer distribución predictiva del par y vectorización de torque durante el frenado, lo que mejorará notablemente la estabilidad y el comportamiento dinámico.
A nivel estructural, esta solución permitirá mantener el volumen del baúl respecto a las versiones con tracción delantera, al tiempo que se reducirá el peso total del conjunto, beneficiando la agilidad y eficiencia del vehículo. Además, su implementación no requerirá cambios profundos en la plataforma, lo que facilitará su aplicación a futuros modelos del grupo. Desde Wolfsburg evalúan utilizar esta innovadora tecnología también en futuros SUV eléctricos con tracción total, lo que no solo abarataría costos, sino que aumentaría el rendimiento en terrenos exigentes sin sacrificar habitabilidad.
El desarrollo del ID.2 y su gama deportiva representa un paso estratégico hacia una arquitectura más flexible, capaz de ofrecer variantes con tracción delantera, trasera o integral. Además, servirá como banco de pruebas para la futura plataforma SSP, que sustentará, entre otros, al próximo Golf eléctrico, que llegará como la novena generación del hatchback mediano.