The Boulder: Mercedes-Benz anticipa la nueva generación de la Sprinter con una escultura monumental
Mercedes-Benz se prepara para conmemorar en 2026 los 130 años del nacimiento del vehículo comercial, un hito que marcó el inicio de la movilidad profesional moderna. Y lo hace de una manera poco convencional: con la presentación de “The Boulder”, una escultura tallada en piedra que simboliza la resistencia, fiabilidad y versatilidad que identificaron a la Sprinter desde su origen.
La enorme pieza, de 6,5 metros de largo, 2,75 de alto y 2,5 de ancho, no solo combina arte y artesanía, sino que también anticipa algunos de los rasgos que tendrá la nueva generación del utilitario. A través de su superficie esculpida se insinúan los primeros bocetos del próximo modelo, revelando un diseño exterior más estilizado y moderno.
“The Boulder” deja entrever una evolución estética significativa. Las imágenes divulgadas por la marca muestran un sector frontal dominado por una parrilla de mayores dimensiones y el logo más prominente, reforzando la identidad visual de la marca. El capot plano y las líneas más tensas transmiten robustez, mientras que el perfil mantiene la tradicional silueta de la Sprinter, aunque con líneas más redondeadas en la parte superior. La obra, según la compañía, busca capturar la esencia de lo que vendrá: un diseño funcional y elegante a la vez, pensado para adaptarse a una amplia gama de configuraciones y usos profesionales.
La futura generación de la Sprinter será la primera basada en la nueva arquitectura VAN.EA (Van Electric Architecture), que debutará en 2026 con el modelo VLE. Esta plataforma modular servirá tanto para versiones de carga como de pasajeros, con variantes a combustión y 100% eléctricas. Los clientes podrán elegir entre distintas longitudes, distancias entre ejes y capacidades, manteniendo la filosofía de personalización que caracteriza a la gama.
Más allá del diseño, la nueva Sprinter marcará un salto tecnológico importante. Incorporará el sistema operativo MB.OS, desarrollado internamente por Mercedes-Benz, que integrará de manera completa las funciones del vehículo mediante una arquitectura “chip-to-cloud”. Esto permitirá un control más preciso de todos los sistemas -desde el infoentretenimiento hasta la gestión energética- y garantizará una experiencia de conducción más eficiente, segura e intuitiva.
Si bien no estaba prevista la producción de esta nueva generación en nuestro país al haber sido pensada inicialmente como un vehículo 100% eléctrico, el replanteo en la estrategia de la compañía, manteniendo versiones de combustión para algunos mercados, puede darle nuevas posibilidades aunque todo dependerá de las negociaciones con el nuevo representante de la marca, Prestige Auto. Por ahora, la generación actual se mantendrá en producción en la planta de Virrey del Pino por lo menos hasta 2030.
























