Subaru Performance-E STI y Performance-B STI Concept: con motor eléctrico o boxer, la marca quiere demostrar que la deportividad tiene futuro
Aunque actualmente los ojos de la industria automotriz vienen mirando atentamente a China, Japón quiere demostrar que sigue siendo un referente en tecnología y que sus productos tienen todo o más para competir con sus rivales del Gigante Asiático. En ese sentido, una de las marcas más destacadas en el Japan Mobility Show 2025 fue Subaru, que aprovechó la muestra para reafirmar su ADN deportivo. La firma de la constelación presentó dos prototipos desarrollados por su división STI (Subaru Tecnica International), que representan las dos caras de su estrategia de rendimiento: el Performance-E STI Concept, 100% eléctrico, y el Performance-B STI Concept, impulsado por un clásico motor bóxer.
El primero, Performance-E STI Concept, fue definido por la compañía como “una interpretación eléctrica del espíritu STI”. Subaru lo concibe como el símbolo del futuro de su línea deportiva, con un enfoque en el equilibrio entre emoción, practicidad y sustentabilidad. Se trata de un hatchback mediano -con dimensiones muy similares a las del Impreza-, con un diseño caracterizado por trazos rectos, superficies limpias y una aerodinámica muy elaborada. La marca adelantó que este prototipo incorpora tecnologías innovadoras destinadas a ofrecer una conducción más intuitiva y emocionante, aunque no reveló datos técnicos sobre su motorización ni su autonomía.
Estéticamente, el concept llama la atención por su estilo futurista y su postura baja, anticipando cómo podría verse una eventual gama de vehículos de alto rendimiento sin motor de combustión. La marca dejó entrever que su desarrollo podría servir como base experimental para futuros deportivos eléctricos.
En contraste, el Performance-B STI Concept representa el otro extremo de la propuesta. Fiel al legado mecánico de la compañía, este modelo recupera el estilo y las características del WRX STI hatchback, con pasarruedas ensanchados, grandes tomas de aire y un alerón trasero de gran tamaño. Debajo del capot, conserva el característico motor bóxer turboalimentado y la tracción integral permanente, dos pilares históricos de la firma japonesa. Subaru incluso sugirió que podría ofrecer una transmisión manual, en homenaje a sus clientes más puristas.
Si bien la marca no confirmó planes de producción para ninguno de los dos prototipos, las proyecciones apuntan a que el modelo de combustión podría ser el primero en llegar a las calles, posiblemente sólo en algunos mercados, mientras que su equivalente eléctrico podría llegar después demostrando el compromiso de la compañía con la electrificación, pero también con su legado deportivo.
