
Aunque en vehículos generalistas, utilitarios y pesados las cajas automáticas vienen ganando terreno y prácticamente son mayoría, impulsadas no sólo por su mayor comodidad en el día a día, sino también por la propia tecnología de sistemas de asistencia a la conducción y electrificación que funcionan mejor con este tipo de transmisiones, los más puristas no se resignan y prefieren incluso pagar más por la posibilidad de contar con el tercer pedal y el clásico esquema en H, en pos de un mayor control y sensaciones de manejo más puras.
Ferrari, que está atravesando una de las mejores etapas comerciales de su historia, luego de cerrar 2024 con cifras récord en ventas y una cartera de pedidos completa hasta 2026, está tomando nota de ello y ya evalúa el posible regreso de la transmisión manual en algunos de sus productos.
En contraste con el lanzamiento de su primer modelo 100% eléctrico previsto para fines de este año, el Cavallino Rampante busca también ampliar su ya exclusiva base de clientes y es allí donde aparece la idea de las cajas manuales. Aunque parecía un proyecto desestimado desde hace más de una década, volvió a cobrar fuerza gracias a declaraciones de Gianmaria Fulgenzi, jefe de desarrollo de Producto de Ferrari, en una entrevista con la revista australiana CarSales. Si bien Fulgenzi descartó un regreso de la clásica caja manual con esquema en H en modelos de producción en serie, dejó la puerta abierta para una edición limitada con tres pedales, probablemente dentro de la exclusiva gama Icona, de la que forman parte los codiciados Monza SP1/SP2 y el Daytona SP3.
Estos modelos de culto, inspirados en la rica tradición deportiva de la marca, representan lo más alto del catálogo de Ferrari y hasta ahora solo han contado con transmisiones automáticas. Pero una futura incorporación a la línea podría incorporar un embrague tradicional, apelando al placer de conducción más visceral.
El deseo por las cajas manuales no solo proviene de los coleccionistas más acaudalados: incluso Lewis Hamilton, flamante piloto de la Scuderia Ferrari en Fórmula 1, ha manifestado su interés por ver un nuevo modelo con caja manual. El siete veces campeón del mundo llegó a sugerir una reinterpretación moderna del legendario F40, que podría llamarse F44, en honor al número que lo representa en la categoría.
Lamentablemente, el regreso de la caja manual no sería tan sencillo sencillo. Para hacerlo posible, Ferrari tendría que limitar artificialmente el par del motor, para que el embrague no resulte excesivamente duro. Hoy, los SP1/SP2 entregan 730 Nm de torque, mientras que el SP3 alcanza los 710 Nm. Para vehículos de este calibre, diseñar una caja manual específica implicaría una inversión significativa y una ingeniería delicada, especialmente si se produce en tiradas ultra reducidas.
Aún así, el mercado parece estar dispuesto a pagar lo que sea por ese regreso. El Daytona SP3, por ejemplo, tenía un precio base de U$S 2,2 millones, y sus 599 unidades se agotaron en tiempo récord, a pesar de contar con transmisión automática. En caso de concretarse, un eventual SP4 con V12 atmosférico y caja manual no solo rompería esquemas, sino que se convertiría en objeto de deseo instantáneo para coleccionistas de todo el mundo. Y todo indica que, si este proyecto llega a recibir luz verde, no incluiría ningún tipo de electrificación, evitando así complicaciones técnicas adicionales.
¿Será este el paso que devuelva a Ferrari esa conexión más pura entre auto y conductor? Todo parece indicar que los ingenieros de Maranello están escuchando a su clientela más fiel -y adinerada-.