Cerca de cumplirse el plazo de su última actualización, la nueva base imponible de los impuestos internos –que lejos están de ser eliminados- comienza a tomar forma: según estimaciones, la primera escala la tributarán los vehículos cuyo precio de venta al público supere los $40.500.000, frente a los $37.000.000 en los que está fijada actualmente el piso del impuesto.
Este valor tendrá vigencia hasta octubre y surge del ajuste trimestral que aplicará la AFIP sobre la base imponible de $26.230.344 de precio mayorista (sin aplicar el 21% de IVA y el 15% de la comisión del concesionario) que tiene vigencia hasta fines de julio y representa un aumento del 8,37% calculado sobre el incremento de los precios mayoristas de los 0km registrado entre abril, mayo y junio. Así, la nueva base será de $28.512.373, lo que se traduce en los mencionados $40.500.000 de precio de venta al público.
¿Cómo afectará esto al mercado? De la misma forma que todos los meses o en el peor de los casos, como sucedió en enero, frenando las ventas a la expectativa de los cambios que se puedan implementar desde junio. Cuando las automotrices publiquen sus nuevas listas de precios, seguramente muchos de esos valores se “sinceren” un poco más. Al subir la base imponible, esos valores se acercarán más a los “reales” con los que el comprador se encuentra en los concesionarios. En contraste y para evitar una mayor caída en las ventas, es posible que las marcas sigan ofreciendo importantes bonificaciones en su gama. Resta aún la confirmación oficial por parte de la AFIP, donde se detallarán también los nuevos valores para la segunda escala.
¿Vuelven los beneficios para vehículos electrificados?
Prácticamente en simultáneo con la actualización de los impuestos internos, el Gobierno también está evaluando la posibilidad de volver a ofrecer beneficios impositivos para vehículos electrificados (híbridos o eléctricos) como los que se les otorgaron en gestiones anteriores pero que luego no fueron renovados.
En aquel momento, en lugar de tributar un 35% de arancel extrazona, los vehículos híbridos importados –provenientes fuera del Mercosur- pagaban un 5% de arancel, mientras que los eléctricos, sólo un 2%. Al volver a aplicarse el 35%, el precio de muchos vehículos de cero emisiones se disparó y algunos cuestan más del doble que en otros mercados, donde incluso se ofrecen incentivos para su compra. Frente a esto y al reclamo de las automotrices agrupadas en ADEFA (fabricantes) y CIDOA (importadores) las autoridades analizan dos alternativas: ofrecer nuevamente una reducción en los aranceles de importación o que no tributen los impuestos internos, como ocurre por ejemplo, en Uruguay. Por el momento, desde Casa Rosada todavía no se realizó ningún anuncio, ya que aún hay que definir algunas cuestiones, como la posibilidad de otorgar determinados cupos por marca.