El Uno es un modelo emblemático para Fiat y aunque esta segunda generación poco tiene que ver con la original, sigue siendo un jugador importante en el segmento B, al menos en Brasil, ya que en nuestro país dejó de comercializarse el año pasado. Con la llegada del Mobi, el Uno se jerarquizó, posicionándose un escalón por encima, no sólo en cuanto a dimensiones sino también en mecánica y tecnología.
Ahora, además del último rediseño que recibió, el hachback estrena un cambio de denominación en su gama: la versión Attractive –de entrada- pasa a denominarse Drive y es la única que sólo puede adquirirse con el nuevo motor FireFly 1.0 de tres cilindros y 72 CV, acoplado a una caja de cambios manual de cinco marchas. También introduce de serie el sensor de presión de los neumáticos (ITPMS) y la computadora de a bordo.
Por otra parte, las variantes equipadas con la caja robotizada Dualogic (disponibles como Way o Sporting) pasan a denominarse GSR (Gear Smart Ride), contando con el mismo sistema de embrague electrohidráulico que prescinde del tercer pedal.
Vale recordar que desde el año pasado, el Fiat Uno ofrece varios dispositivos que están ausentes en la mayoría de sus competidores como el sistema Start&Stop, control de tracción y estabilidad, dirección eléctrica con función City, asistente al arranque en pendientes, levas al volante y modo Sport en versiones automatizadas. Su regreso a Argentina sigue en estudio, por lo que no fue descartado ni confirmado aún por los directivos de FCA.