Luego de casi cinco décadas y del mítico M1, la división Motorsport estará completamente a cargo del desarrollo de un nuevo vehículo, pero no será una coupé o un roadster, será un SUV: el XM Concept es el primer anticipo de esta nueva era para la división deportiva y sin dudas su diseño y características se llevan todas las miradas.
Tan polémico como imponente, la estética del XM no pasará desapercibida ni en el prototipo ni en la versión definitiva: BMW promete que el 90% del diseño del concept será idéntico a la versión de producción. Anticipado hace unos días atrás por el primer teaser oficial, el SUV se destaca por sus trazos rectos y marcados, con aristas por doquier. El protagonismo en el sector frontal se lo llevan los sobredimensionados riñones que identifican a la marca y que cuentan con el contorno iluminado. Las luces diurnas de Led son pequeñas y rasgadas de formato triangular, mientras que los faros principales se ubican más abajo y están ocultos bajo la máscara negra que ocupa gran parte del paragolpes. Esa será la nueva seña de identidad de los productos más lujosos de la firma de Munich como la próxima generación del Serie 7. Acompañan a la enorme parrilla un largo capot con las nervaduras bien marcadas, adelantando el poderío de su motor.
De perfil no hay similitudes con otros productos de la firma de Munich ya que deja de lado las líneas redondeadas o el icónico arco Hofmeister: sus trazos son completamente rectos y sobresalen los hombros y los pasarruedas, imprimiéndole mayor dinamismo a un vehículo que tendrá dimensiones bastante parecidas a las de un X7. Mención aparte para las también enormes llantas de aleación de 23 pulgadas, calzadas con neumáticos de bajo perfil.
Por último, la parte trasera también es diferente a la de otros BMW, con un remate que busca asemejarse al de una coupé pero no tan inclinado como en el X6. Por encima de la luneta, cuenta con dos emblemas de la marca como una referencia al recordado M1. Los faros son finos y alargados, de aspecto tridimensional e invaden parte del pasarruedas y del portón. Completa el conjunto el enorme difusor con cuatro salidas de escape, en este caso ubicadas en formato vertical.
Puertas adentro es donde creemos que más se acerca al modelo de serie, especialmente en las plazas delanteras: al igual que el iX y los próximos productos de la marca, cuenta con el BMW Curved Display, dos enormes pantallas que cumplen la función del instrumental y del sistema multimedia iDrive y que resulta imposible no compararlas con el MBUX de Mercedes-Benz. Las salidas de aire son rectangulares y de formato vertical, dos de las cuales están ubicadas sobre los paneles de las puertas. A modo de homenaje a los clásicos de la marca, cuenta con tapizados y revestimientos en cuero de color marrón, en contraste con los apliques y detalles en color aluminio.
La parte trasera es la más llamativa y posiblemente la que sí reciba alguna modificación, con una butaca tipo sofá, con tapizado en color azul y el techo con un revestimiento tridimensional en forma de prisma además de un sistema de iluminación ambiental.
Lo que está prácticamente confirmado y también será idéntico en la versión de producción es su mecánica: el XM recurre a un sistema híbrido enchufable compuesto por un motor naftero V8 asociado a un motor eléctrico de alto rendimiento con el que entregan en conjunto 750 CV y 1.000 Nm de torque. La decisión de mantener el propulsor de combustión es por la gran demanda que aún tienen estas mecánicas y las limitaciones de la red de infraestructura. Por supuesto, como todo plug-in hybrid, ofrece un modo cero emisiones: podrá recorrer unos 80 kilómetros en modo 100% eléctrico.
Para su llegada al mercado falta realmente poco y es que la marca confirmó que será presentado en 2022. Se fabricará, como esperábamos, en la planta estadounidense de Spartanburg apuntando justamente al público norteamericano aunque también será comercializado en otros países.