Airbags en motos: Toyota prueba una tecnología que podría cambiar para siempre la seguridad en dos ruedas

El avance de la seguridad activa en motocicletas podría estar a punto de dar un salto histórico. Toyoda Gosei, compañía del grupo Toyota, está desarrollando un sistema de airbag diseñado específicamente para motos, que ya fue probado con éxito en ensayos realizados en Japón. Si bien los airbags son parte del equipamiento habitual en autos desde hace décadas, su aplicación en vehículos de dos ruedas hasta ahora siempre había sido muy limitada.
Durante los crash tests, el sistema se desplegó correctamente ante un impacto frontal contra un vehículo Honda, logrando amortiguar parte de la energía del golpe y reduciendo así el riesgo de lesiones en el conductor. La compañía combina pruebas físicas con simulaciones digitales de alta precisión para acelerar el desarrollo, con el objetivo de lanzar la tecnología al mercado en un plazo estimado de dos años.
A diferencia de los autos, las motos presentan enormes desafíos estructurales: no tienen cinturones de seguridad, zonas de deformación ni cabinas que contengan al conductor. Eso obliga a los ingenieros a diseñar un airbag que actúe en milisegundos, se adapte a la geometría del vehículo y no interfiera con la conducción. El dispositivo debe ser compacto –menos de 1 kilo– y posicionarse en zonas como el tanque o el manillar, donde el espacio disponible es mínimo.
Otra dificultad es el comportamiento dinámico del vehículo ante un accidente. Inclinaciones, giros o derrapes hacen que el sistema deba trabajar con sensores de alta velocidad y algoritmos inteligentes que identifiquen con precisión el momento exacto del despliegue.
Hasta el momento, solo la Honda Goldwing había logrado integrar un airbag frontal desde su versión 2006, gracias a sus grandes dimensiones. Sin embargo, el interés en este tipo de soluciones está en aumento. Yamaha, por ejemplo, registró patentes que combinan sensores duales para diferentes estilos de moto, mientras que la sueca Autoliv trabaja en desarrollos aplicables a scooters de mayor tamaño.
También hay avances desde el mundo de la indumentaria: marcas como Dainese perfeccionan sus chalecos con airbag incorporado, que funcionan independientemente del vehículo, pero no lo reemplazan. Los dispositivos montados directamente en la moto podrían ofrecer una protección complementaria clave en choques frontales.
Según estimaciones de la consultora Markets and Markets, el mercado global de airbags para motocicletas podría casi duplicarse en los próximos años, pasando de U$S 433 millones en 2024 a cerca de U$S 800 millones en 2030, impulsado por regulaciones más estrictas y un crecimiento sostenido del parque motociclista en regiones como Asia y América Latina.
Si los desarrollos continúan a este ritmo, el airbag para motos podría dejar de ser una rareza para convertirse en un nuevo estándar de seguridad en la industria.