¿4 cilindros y más de 600 CV?: Toyota cree que puede lograrlo con su nueva familia de motores
Hasta hace poco, para llegar a unos 600 CV había que pensar en un V8 o un 6 cilindros, hasta que Mercedes-AMG -electrificación mediante- alcanzó esa cifra. Ahora Toyota se propone alcanzarla o incluso superarla sin recurrir a la electrificación. ¿Lo logrará? Considerando que ya cuenta con un 3 cilindros de 300 CV utilizado en el GR Yaris y el GR Corolla, la misión no parece tan imposible.
La firma nipona continúa avanzando en su estrategia multienergía con el desarrollo de una nueva familia de motores de combustión interna, cuyo objetivo apunta a lograr un equilibrio entre eficiencia, versatilidad y alto rendimiento. El proyecto fue anunciado oficialmente hace un año y acaba de sumar nuevos detalles, entre ellos la confirmación de que algunos de estos impulsores podrán superar los 600 CV de potencia, sin dejar de lado la compatibilidad con combustibles alternativos y sistemas híbridos.
Según informó la automotriz japonesa, los nuevos propulsores serán de cuatro cilindros y estarán disponibles en dos versiones: una de 1.5 litros y otra de 2.0 litros. Ambos estarán diseñados bajo una premisa clave: reducir tamaño y consumo, pero sin resignar prestaciones. Gracias a su arquitectura modular y liviana, podrán instalarse tanto en forma longitudinal como transversal, y adaptarse a vehículos convencionales, híbridos, alimentados con hidrógeno o incluso biocombustibles y e-fuels.
La estrella de esta nueva generación será el motor 2.0 turbo, identificado internamente como «G20E». Desarrollado por Gazoo Racing –la división deportiva de Toyota–, el block fue presentado en el GR Yaris M Concept durante el Salón del Automóvil de Tokio 2025 y promete rendimientos cercanos (o superiores) a los del afamado AMG M139 de Mercedes-Benz, que entrega hasta 470 CV en su versión más radical. Toyota asegura que su objetivo es superar esa marca y alcanzar hasta 600 CV en aplicaciones de alto rendimiento o competición.
Entre los modelos que podrían recibir este nuevo impulsor figuran nombres históricos como la próxima generación del Supra o el eventual regreso del Celica, cuyo relanzamiento podría concretarse en 2027 como parte de una nueva era deportiva para la marca.
Por su parte, el motor de 1.5 litros estará orientado a vehículos de uso más cotidiano. Estará disponible en variantes aspirada y turboalimentada, y será compatible con configuraciones híbridas, lo que lo convierte en una opción versátil para múltiples plataformas del Grupo Toyota.
El desarrollo de esta familia de propulsores también forma parte de una alianza tecnológica entre Toyota, Mazda y Subaru, que tiene como meta impulsar soluciones de movilidad sostenibles y adaptadas a los distintos mercados globales. Esta colaboración abarca no solo la mejora de los motores tradicionales, sino también la expansión hacia tecnologías híbridas, eléctricas y combustibles sintéticos.
Aunque habrá que esperar hasta al menos 2027 para ver en producción los primeros vehículos equipados con estos motores, Toyota ya dejó claro que no piensa renunciar a la combustión, sino reinventarla con foco en la eficiencia y la innovación.






















