Dejaron el corazón y la piel, y lo consiguieron. Emiliano Spataro y Benjamín Lozada completaron la octava etapa del Dakar 2015 con el Renault Duster N°316 y llegaron al vivac de Iquique. Con mucha emoción, el resto del equipo los recibió con abrazos y aplausos reconociendo el increíble esfuerzo que hicieron durante la difícil etapa maratón.
Después de los problemas que tuvieron en la jornada de ayer, Emiliano y Benjamín trabajaron durante varias horas en el vivac de Uyuni (Bolivia). Sin la asistencia del equipo, fueron ellos mismos los que tuvieron que reparar los daños del auto y dejarlo en condiciones de afrontar hoy la especial más larga de toda la carrera.
Comenzaron el día de gran manera, superando más de 20 autos en la primera mitad de la etapa. Cuando se encontraban en plena recuperación, el Dakar volvió a atacarlos. Sufrieron inconvenientes de todo tipo en diferentes partes del recorrido ocasionados por las piedras del terreno y perdieron mucho tiempo.
Pero nada de esto los venció. Siguieron batallando como grandes guerreros que son y lograron completar los complicados 805 kilómetros de la jornada para llegar al vivac de Iquique y reencontrarse con todo el resto del Renault Duster Team. Spataro y Lozada superaron una Odisea que a otros binomios los hubiera hecho bajar los brazos y mantienen a su Renault Duster en la competencia más extrema y exigente del planeta.
Finalizaron la octava etapa en la 44° posición a 1h10m03s del árabe Yazzeed Alrajhi, ganador de la especial. En la general están en la 25° posición a 7h52m37s. Lo más importante es que lograron llegar a Iquique y mañana aprovecharán el día de descanso para reparar el Renault Duster y dejarlo en perfectas condiciones.
Emiliano Spataro: «Hoy veníamos muy bien. Hasta la mitad de la etapa creo que pasamos 20 o 30 autos. Eso nos ayudó mucho para la zona polvorienta. Igualmente la largada en el Salar no me gustó para nada. Es un lindo lugar para ir a pasear pero no para correr. Haber largado junto con otros autos fue una experiencia única. Fueron 130 kilómetros a fondo. Después las piedras rompieron un neumático y el caño donde va el criquet. Estuvimos como 20 minutos para arreglarlo. Sobre el final, el gato hidráulico del auto comenzó a bajarse. Yo no quería utilizarlo porque como el día anterior rompimos el circuito hidráulico quería evitar ejercerle mucha presión. Lo até con un alambre».
«En la última parte de la etapa lo golpeó otra piedra, se torció y tuve que desarmar el circuito de los gatos para levantarlo. Tuvimos que levantar el auto para hacer todo eso. Más adelante pinchamos una goma en una duna. En este Dakar nos suceden cosas raras, insólitas. Me duele porque el potencial del auto es muy bueno«.
Convengamos que las dificultades de la carrera es para todos por igual … Si fuerzan el vehículo más de la que puede soportar, todo lo que digan es pura cháchara … Tener en cuenta que de Duster le pudo haber quedado un 5%, el resto es otro vehículo … Muy loable el esfuerzo físico y mental de los pilotos para que el vehículo continúe en carrera, quizás tendrían evaluar hasta donde se lo puede exigir para que logren finalizar el Dakar … Cordiales saludos.