BMW lo volvió a hacer, acaparó la atención de todos una vez más en el concurso de elegancia de Villa d’Este con un prototipo creado especialmente para la muestra de vehículos clásicos y si el Skytop ya nos había conquistado por su bellísimo diseño, el SpeedTop redobla la apuesta trayendo de vuelta la silueta y funcionalidad de una shooting brake, que combina el estilo de una coupé con el de una rural.
Lo dijimos en la presentación del Skytop, lejos de las sobredimensionadas y polémicas parrillas enormes del Serie 4 o del XM, cuando se lo proponen, los diseñadores de BMW pueden crear verdaderas obras de arte, combinando modernidad pero a la vez con un toque clásico y elegante que representan los valores y la herencia de la marca. Al igual que el descapotable, el SpeedTop está desarrollado sobre la base del Serie 8 pero cuenta con muy pocas piezas en común, fundamentalmente la mecánica y parte del interior.
Su diseño fue replanteado por completo y creado desde cero, inspirándose en los recordados Z8 y Z4 Touring. En el sector frontal, retoma la inclinación negativa o hacia adentro de la parrilla y el paragolpes, con el característico doble riñón pero con dimensiones armónicas e iluminación como en los últimos productos de la compañía. Los faros son finos y alargados pero mantienen el también habitual doble proyector que es otra de las señas de identidad de la firma de Munich. El largo capot esculpido, con nervaduras bien marcadas al igual que los musculosos pasarruedas le aportan carácter y dinamismo, pero sin detalles superfluos o sobrecargados.
Las diferencias con el roadster aparecen desde el pilar A hacia atrás, con una línea de cintura ascendente que acompaña el músculo del pasarruedas trasero y el techo que cae hacia el remate posterior. Todo es refinamiento y eleancia, con la manijas de las puertas «ocultas» en forma de aleta en el marco inferior de las ventanillas. Se destacan además las llantas de aleación con diseño de turbina de avión, con terminación diamantada. Por último, el remate posterior también parece esculpido, con la tapa de baúl que da forma a un alerón y las finas luces traseras que armonizan el conjunto.
Puertas adentro, el interior está revestido en un tono entre marrón/rojizo que acompaña el tono bordó del exterior y hace resaltar aún más a este prototipo. En este caso no hay apliques de fibra de carbono o alcántara que busquen relacionarlo con la competición, sino detalles en aluminio y materiales nobles, como el cristal, la madera o el cuero legítimo. El tablero sí es similar al del serie 8, con instrumental digital y una pantalla separada para el sistema multimedia.
Curiosamente, desde BMW no dieron detalles sobre su mecánica, sólo indicaron que está equipado con “el motor V8 más potente dentro de la gama de la compañía”, lo que hace suponer que utiliza el 4.4 biturbo de 625 CV y 750 Nm de torque junto a la caja M Steptronic de 8 marchas y tracción integral xDrive como el M8 Competition. Tal como señalamos anteriormente, su pase a producción está confirmado, pero sólo serán construidas 50 unidades, cada una numerada y sin posibilidades de personalizarlas. El precio será igual de exclusivo: 500.000 euros cada una.
